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Los vecinos de Montecorona, en Ador, piden más protección ante la oleada de asaltos a chalés

Numerosos residentes en la urbanización Montecorona, situada en el término municipal de Ador, han denunciado en las últimas semanas una intensa oleada de asaltos a sus viviendas por parte de grupos de personas que aprovechan el aislamiento para robar objetos de valor.

El último episodio es algo más grave porque, según ha podido saber este periódico a partir de los testimonios de los afectados, la madrugada del miércoles al jueves se produjo el asalto a varios chalés durante la noche, cuando los propietarios estaban durmiendo.

En esta ocasión se estima que los autores eran profesionales del delito, dado que, al menos en un caso, antes de acceder a las casas desconectaron las alarmas para no alertar a los moradores.

Los cacos se han llevado, como en las anteriores ocasiones, objetos de valor que han buscado por el interior de las viviendas. Los dueños notaron la «visita» a la mañana siguiente, cuando se levantaron y comprobaron que alguien les había registrado varias dependencias y faltaban objetos de valor. En ningún caso hay constancia de que durante el asalto los dueños se despertaran ni que se produjeran agresiones.

Los residentes con quienes ayer pudo hablar este periódico consideraron casi como un hecho normal la comisión de estos delitos. «Aquí seguimos abandonados y sin ninguna protección», señala una mujer que narra cómo ha proliferado en Montecorona el negocio de la instalación de alarmas para, al menos, intentar persuadir a quienes inspeccionan el lugar donde robar.

Montecorona está a unos dos kilómetros del casco urbano Ador, con un único acceso desde la carretera de Villalonga, y sí que existe vigilancia municipal con una persona que patrulla varias veces durante la noche. También la Guardia Civil realiza rondas, aunque, en ambos casos, los vecinos lo ven insuficiente.

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