El ejercicio fallero de 2017 está siendo de lo más movido en el seno de la Federació de Falles de Gandia en su inicio.
El primer «rifirrafe» del colectivo llegó en el mes de abril con el abad de la Colegiata, Ángel Seneugenio, a raíz de la participación de las Falleras Mayores y las reinas y presidentes de las comisiones en la procesión de la Mare de Déu dels Desemparats.
Como publicó Levante-EMV en su día, el religioso no quiso que se celebrara la Misa d'Infants, un acto que tuvo en Gandia por primera vez en 2015 y en el que se daba protagonismo a los niños y niñas falleras. Ese gesto enfadó a las fallas, que decidieron no acudir a la procesión de la tarde en honor a la Verge.
El siguiente frente que se le abrió a la FdF fue el de la refinanciación del Museu Faller. Tres de las 23 comisiones se negaron en principio a avalar la operación. Después el ayuntamiento en bloque dio apoyo a la medida y hubo cambio de opinión de estas entidades. El penúltimo episodio fue el intento por cambiar la fórmula de configuración de secciones, que no prosperó, y el último la propia elección de categorías, donde 17 de las 23 fallas presentaron un presupuesto de 6.000 euros. t. á. c. gandia
