La poca experiencia y el desconocimiento de las numerosas sendas que permiten acceder a la montaña de la Safor, situada en el término municipal de Villalonga, jugaron una mala pasada a un joven excursionista de 23 años, vecino de Madrid, que el martes pasado requirió la ayuda de la Guardia Civil y de la Policía Local de esta localidad para poder encontrar la salida.
Según señalan fuentes consultadas, el joven se interesó por subir hacia el llamado Circ de la Safor y contemplar el bello paisaje de la Finestra, un agujero natural en la montaña situada casi en la cima del monte, que supera por poco los mil metros de altura. El problema es que inició su excursión por la tarde, sin pensar que no le daría tiempo a regresar con la luz del día.
Aproximadamente a las 20 horas del martes, y al ver que corría el riesgo de perderse en la oscuridad y de tener que pasar la noche al raso, hizo lo correcto y telefoneó al número 112 de emergencias, ofreciendo toda la información para que pudiera ser localizado.
Inmediatamente una patrulla de la Guardia Civil, en colaboración con la Policía Local de Villalonga, se trasladó hasta el punto donde se une la senda por la que iba el joven con el camino que desciende al municipio.
El joven de 23 años siempre dijo que se encontraba bien, pero alrededor de las 22 horas fue hallado por el dispositivo de búsqueda con algunas magulladuras en las manos y en las piernas debido a las zarzas que, en muchos tramos, casi ocultan la senda. El chico no requirió asistencia sanitaria y se marchó a casa.
