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Religión y turismo

Las iglesias de Oliva cuentan su historia

La de Sant Roc, la más antigua de la ciudad, fue construida sobre una antigua mezquita mudéjar, y en el centro del templo estaba la alquibla, orientada hacia La Meca

Las iglesias de Oliva cuentan su historia

Las iglesias olivenses han tomado la palabra para contar a sus vecinos y a los turistas su propia historia. El departamento de Turismo del ayuntamiento, que dirige Mireia Morera, ha tenido el acierto de editar unas guías que contienen la información histórica y de detalles de interés de los templos de Sant Roc, Santa Maria la Major, Sant Francesc d'Assís y el Convent del Rebollet.

Las guías, en valenciano, castellano e inglés, incluyen la ubicación de las iglesias y el resto de los monumentos, los horarios de los museos y también el horario de oficios religiosos.

En Sant Roc se recuerda que el templo está ubicado sobre una antigua mezquita mudéjar que tenía su muro central, llamado alquibla, orientado a La Meca. Con el bautismo forzoso de los mudéjares, en 1525, todas las mezquitas valencianas se reconvirtieron en templos cristianos, erigiéndose en la parroquia de Sant Roc para atender a los cristianos nuevos. Las transformaciones constructivas llegaron entre 1582 y 1603. En el siglo XIX se tomó la decisión de construir un nuevo templo desmontando las partes dañadas de la iglesia antigua, obras que concluyeron en 1886. Entre 1959 y 1960 se elevó 5,2 metros la torre del campanario.

En su interior destaca la cúpula de la «Capella del Crist» que en el siglo XVIII pintó Llorenç Chafrión, discípulo de Corrado Giaquinto, con la «Gloria de Cristo resucitado» aclamado por ángeles y santos que coinciden con las calles del barrio del Raval. El transagrario es muy interesante y tiene pavimiento y zócalo de cerámica del siglo XVIII. También las pintura de los cuatro evangelistas en la cúpula central, obra de Antonio Cortina Farinós. En su exterior a destacar el precioso juego de cúpulas y la recientemente restaurada puerta central de la iglesia.

La de Santa Maria está considerado un magnífico ejemplo de la arquitectura valenciana del siglo XVIII. Su base se hizo copiando en parte a Santa María de Roma. Destacan sus líneas neoclásicas. En 1683 se hizo una remodelación, que dejó el campanario para el 1685. En el año 1705 se inició la construcción de la iglesia actual. El hundimiento del tambor, cúpula y de buena parte del techo obligó a reconstrucciones entre 1770 y 1787. Destaca el bello altar con el tabernáculo del templete de la Asunción, de ocho columnas corintias asentadas sobre un alto basamento y coronadas por un friso rematado con una cúpula que sostiene el anagrama de la Virgen María. Además es interesante la Capella del Roser, construida entre 1654 y 1681, el Museo Parroquial con su colección de orfebrería y de tallas religiosas, y la Cripta, que fue utilizada como panteón y restaurada en 1986.

Innovación en Sant Francesc

La parroquia más moderna, dedicada a Sant Francesc d'Assís, fue diseñada en 1954 por los arquitectos Joaquín Aracil, José Aracil y Rafael Contel, construida con un estilo moderno e innovador, además de funcional, siendo uno de los mejores exponentes de las iglesias preconciliares de toda la Diócesis de Valencia.

Este templo entronca con la vanguardia europea y americana. En Valencia los dos primeros templos de la nueva tendencia fueron la iglesia del Patriarca San José de Valencia y esta de Oliva. Destaca la torre campanario, de 25,35 metros de altura, y un perímetro de 26,40 metros. También la vidriera más grande de todos los templos de la Safor, con 7,62 por 2,46 metros, que evoca tres pasajes de la vida del santo de Asís.

La casa de la patrona

En la cuarta iglesia, la del Convent del Rebollet, se venera a la patrona de Oliva, la Mare de Déu del Rebollet. Se construyó para albergar la comunidad de franciscanos que residía a mediados del siglo XV en Nostra Senyora del Pi (Sant Antoni), asolada tras un terremoto en 1598. Los terrenos fueron cedidos por el VI Conde de Oliva y VII Duque de Gandia, Francesc de Borja-Centelles i Velasco. La primera piedra es de 1599 y se inauguró el 4 de octubre de 1606 con el traslado de la imagen de la Verge del Rebollet que se mantuvo en la iglesia del Palau dels Centelles. Sufrió varias remodelaciones en el siglo XVII. Tras la desamortización de Mendizábal los franciscanos abandonaron el convento y fue vendido a un particular hasta que, en 1853, fue adquirida por once agricultores integrantes de la tercera orden franciscana y devuelta la imagen de la Virgen del Rebollet, que se mantuvo en Santa Maria la Major.

Destacan los muros perimetrales sur y oeste en su exterior, con la bella puerta de acceso de piedra tallada. En el altar mayor figura la imagen de la Virgen (siglos XII-XIII), que llegó a la Safor probablemente durante la Conquista de Jaume I, siendo la imagen mariana más antigua de la Diócesis de Valencia. El ábside y la cúpula con pinturas vegetales florales son de la época del siglo XVII. En los cuatro templos citados, la visita es más que recomendada.

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