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Infraestructuras

Un tranvía para solucionar el reto de la movilidad comarcal

El urbanista Alberto Peñín rescata el proyecto de unir Gandia y Oliva en pleno debate sobre el Tren de la Costa

Un tranvía para solucionar el reto de la movilidad comarcal

La idea de promover un tranvía comarcal con doble vía para convoyes de ida y vuelta entre Gandia y Oliva no es nueva. El arquitecto y urbanista gandiense Alberto Peñín la expuso en 2011 en el número 3 de la «Revista de la Safor», el anuario que edita el CEIC Alfons del Vell, pero pasó sin pena ni gloria. Por aquel entonces Gandia estaba ensimismada en su Tranvía al Mar, la unión con el Grau y la playa que planteó el exalcalde socialista José Manuel Orengo en la legislatura 2007-2011, y que finiquitó el PP nada más llegar al Gobierno local ese mismo 2011.

Un bus guiado similar se puso en marcha en Castelló en 2008 y está dando buenos resultados. Actualmente el TRAM de la Plana une la Universitat Jaume I con el Grau de Castelló por vía reservada con una frecuencia de cinco minutos en los días laborables.

En primer lugar, tener una plataforma reservada entre Gandia y Oliva -bien para un trolebús o bien para un tranvía- ayudaría a vertebrar un área que ya está considerada como una conurbación.

En la Safor, describe Peñín, entre Gandia y Oliva hay dos corredores urbanos. Uno interior formado por Bellreguard, l'Alqueria y Palmera; y otro costero con Daimús, Guardamar, Miramar y Piles. En ese eje residen más de 130.000 habitantes, dos tercios de la población total de la comarca. La plataforma reservada pasaría entre la carretera nacional 332 y la Natzaret-Oliva aprovechando el trazado de la actual Vía Verde.

Por otra parte, esa infraestructura permitiría tener la certeza de que los viajeros llegan a su destino a una hora exacta, sin tener que sufrir los habituales atascos en las travesías de la N-332. Lógicamente, la línea llegaría a puntos neurálgicos como la estación de Renfe o el hospital. En cualquier caso, la vía debería respetar los espacios naturales y la poca superficie agrícola que todavía está en uso.

Además, en enero de 2020 la autopista AP-7 será gratuita tras casi 50 años de peaje. El Ministerio de Fomento ya anunció que la autopista servirá de ronda comarcal, con lo que actual N-332 quedará como un bulevar para un tráfico mucho más domesticado: peatones, autobuses, taxis o bicicletas.

Así pues, en un primer esbozo, Peñín considera que esa línea tendría diez paradas posibles: Gandia-centro, Gandia-La Vital, Hospital-Daimús, Bellreguard-norte, Bellreguard-centro, Palmera-Miramar, l'Alqueria-Parque Comercial-Piles, Autopista-Playas del Sur, Oliva-norte y Oliva-centro.

Todas ellas estarían separadas por distancias de 500 metros o más, sin llegar por ahora a los 350 metros de la Línea 2 de FGV en Valencia capital. Esto garantizaría una frecuencia de paso cada 20 minutos, cosa que haría más deseable dejar el coche en casa y utilizar el tranvía comarcal para ir a trabajar o de compras.

«Ahora bien, mientras el tranvía no obtenga financiación podría reservarse el suelo y ser utilizado como plataforma exclusiva por autobuses interurbanos rápidos», explica Peñín, para lo cual sería necesarío un ancho mínimo de 16 metros a lo largo de todo el recorrido. «El asunto podría abordarse con el acuerdo de los cinco municipios afectados y la voluntaria reserva de espacio», asegura.

Reserva de suelo

La crisis paralizó numerosas propuestas de PAI en la comarca, y esto, según Peñín, ofrece ahora una oportunidad para reflexionar y repensar el territorio, incluyendo esta propuesta de tranvía comarcal sobre los planes municipales de ordenación urbana «antes de que sea demasiado tarde», es decir, antes de que un desarrollo urbano sin visión comarcal impida reservar suelo para esta línea. Alberto Peñín también valora que el «colchón verde» de la Safor, sus red de acequias y los caminos rurales son las mejores señas de identidad de la comarca. Este «tapiz vegetal» es un activo buscado tanto por las empresas como por los promotores de viviendas.

«Si se resuelve la accesibilidad y se garantizan los transportes públicos y equipamientos no habrá ningún problema en mantener a unas y otras en el área, sin que importe demasiado el municipio en el que se localizan», apunta, incidiendo en esa idea de «ciudad-territorio» donde los pueblos actúan como barrios de la gran urbe.

Con independencia de esta propuesta, el transporte público comarcal es una asignatura pendiente que todavía el Consell no ha abordado de forma seria. La Generalitat sigue, en teoría, estudiando la propuesta que le remitió hace cinco años la Mancomunitat de Municipis de la Safor.

Por otra parte, el 1 de octubre de 2014 la empresa concesionaria que atendía las líneas de Gandia-Ontinyent y Gandia-Alcoi renunció al contrato que tenía firmado con la Generalitat y desde ese día los vecinos de pueblos del interior como Alfauir, Ròtova, Castellonet de la Conquesta, Llocnou de Sant Jeroni, Almiserà, Terrateig, Montitxelvo, Aielo de Rugat, Rugat, Castelló de Rugat, Ràfol de Salem y Salem están sin ningún medio de transporte público.

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