La empresa Cerámica Decorativa de Oliva, que emplea a más de cuarenta personas, ha recibido un atisbo de esperanza para seguir trabajando y no verse abocada a echar el cierre, dejando en la calle a toda su plantilla.
Si hace un mes los responsables de la firma anunciaban a los operarios la triste noticia de que la falta de pedidos obligaba a liquidar la empresa, iniciando así las negociaciones sobre cómo afrontar la pérdida de los puestos de trabajo, ahora todo ese proceso ha quedado congelado gracias a un pedido de materiales que, según señalan fuentes consultadas, es importante. De hecho, elaborar el producto demandado extendería la actividad en la empresa, con toda su plantilla, por un periodo que se extendería al menos a lo que queda de año.
Rafael Peiró, secretario general de Construcción y Servicios del sindicato CC OO de la Safor, señaló ayer a este periódico que, tras el concurso de acreedores en que se vio inmerso Cerámica Decorativa entre los años 2013 y 2014, unos nuevos gestores se hicieron cargo de la firma. Inicialmente le dieron viabilidad, pero la durísima competencia del sector industrial, unido a la persistencia de la crisis en el sector de la construcción, le ha hecho perder en los últimos tiempos mucha cuota de mercado.
La peor de las noticias fue comunicada hace un mes, cuando se anunció que, ante la parálisis de la producción, la empresa cerraba y todos los trabajadores iban a perder su puesto.
Cuando ya se habían iniciado las negociaciones entre la empresa y los representantes de los operarios para gestionar ese drama para tantas familias olivenses, el pedido de material que se ha recibido ha permitido congelar el proceso y poner en marcha la actividad para dar respuesta al cliente. «Esperamos que el mercado se reactive», señaló ayer Rafael Peiró, quien intenta ser optimista y expresa su confianza en que, durante esos dos o tres meses de actividad, los gestores de Cerámica Decorativa puedan conseguir más clientes que permitan seguir trabajando y disipe la amenaza de la extinción de los contratos.
En los último cinco años la industria de la Safor vinculada a la construcción, como es el caso de Cerámica Decorativa, ha perdido miles de puestos de trabajo fruto del cierre de un reguero de empresas que parecían sólidas.
