En la película Atrapado en el tiempo, el protagonista, Bill Murray, que hacía el papel de un reportero que cubría para la televisión El Día de la Marmota, se levantaba cada mañana en la misma jornada. Cada día repetía una y otra vez las mismas acciones hasta que acabó memorizándolas. Con el paro ocurre más o menos lo mismo. Cada mes de septiembre se registran las que, probablemente, son las peores cifras de todo el año.

Y es que el mercado laboral de la comarca de la Safor, y del país en general, lleva años estancado en la misma dinámica y se muestra incapaz de superar lo que se conoce como la estacionalidad, es decir, se rige por los periodos en los que las contrataciones en sectores concretos, sobre todo servicios y agricultura, fluctúan. Eso significa que otros como la construcción o la industria siguen mostrándose incapaces de absorber el gran número de parados que ha dejado la crisis.

Los últimos datos de demandantes de empleo arrojan que la comarca de la Safor cerró septiembre con un total de 15.989 parados. Son 559 más que el mes anterior, o lo que es lo mismo, que las listas del Servef han engordado un 3,6 %. Es la debacle típica tras acabar la temporada turística, cuando las playas se vacían y los bares, restaurantes, hoteles, heladerías y comercios se ven obligados a prescindir del personal que contrataron para hacer frente al crecimiento de la demanda estival.

Y menos mal que, a su vez, ha arrancado la campaña citrícola y la agricultura ha logrado absorber algunos de los parados que deja por el camino septiembre. No en vano, el sector servicios ha registrado 700 desempleos más. En agricultura, sin embargo, ha bajado el número de personas que demandan un empleo, mientras que la construcción y la industria se mantienen en encefalograma plano, es decir, ni suben ni bajan.

Como es lógico, Gandia es la ciudad más castigada por el fin de la temporada turística. La capital comarcal registró en septiembre 337 parados más que en agosto, mientras que en Oliva creció en 74 personas y en Tavernes en 33.

Para hablar de buenas cifras hay que remontarse un año atrás. El valor interanual es muy inferior en septiembre de 2016 respecto al mismo mes de 2015. Se contabilizan, en total, 1.865 parados menos en los últimos doce meses, lo que va en la línea de los registros alcanzados a lo largo de este año.

Si de ahora en adelante se sigue el patrón, la agricultura aguantará el tirón del empleo hasta que llegue el próximo mes de diciembre, cuando el paro volverá a bajar, con toda seguridad, por las contrataciones de la campaña comercial de Navidad.