Desde que surgió la polémica de los árboles del campo de rugby, Xavier Ródenas ha recibido muchas llamadas para que cambiara de actitud y permitiera su tala. Según reveló ayer a este periódico, entre ellos están no solo amigos que comparten la afición por el rugby y quieren que se construya el campo de golf, sino también altos cargos. Llama la atención que el director de Deportes de la Generalitat, Josep Miquel Moya, de Compromís, esté entre quienes trató de convencerle.
Es lógico si se tiene en cuenta que el campo de rugby es un proyecto deportivo que financia la propia Generalitat a través del Plan Confianza. Y también es una apuesta del Ayuntamiento de Gandia para contar con una instalación que pueda ser aprovechada por equipos de alto nivel, nacionales e internacionales.