La localidad de l'Orxa, situada en la comarca del Comtat y limítrofe con Villalonga, ha acumulado en un mes la friolera de 944 litros por metro cuadrado de lluvia. Es el espectacular dato que surge de sumar los 621 litros que cayeron entre el 16 y el 19 de diciembre pasados, cuando el río Serpis se desbordó en la Reprimala de Villalonga, y los 323 litros que han caído en los últimos seis días.
Esa lluvia, más la que cayó en otras localidades, como Beniarrés, Gaianes, Planes o toda la comarca de l'Alcoià, incrementó el caudal del Serpis en la Safor, al que, además, se uniría, entre Almoines y Beniarjó, el del río Vernissa, alimentado por precipitaciones no menos espectaculares en la zona alta de su cuenca. Montitxelvo, por ejemplo, acumuló 232 litros la última semana, mientras que Pinet superó los 200.
Pocas veces se han visto dos crecidas tan espectaculares y tan cercanas en el tiempo como las que ha mostrado el Serpis en diciembre y este pasado fin de semana, pero es que también la rambla de la Gallinera o los ríos Bullent y Molinell, en Oliva, han vuelto a causar problemas. El Bullent ha inundado y causado daños en las casetas de los pescadores situadas en su orilla, algunas de las cuales fueron arrastradas por el agua.
La mejor noticia de los dos episodios de lluvias es que permite asegurar, ahora sí, que se cierra definitivamente el periodo de sequía que se arrastraba desde hace casi cuatro años. Entre diciembre y enero el agua caída se habrá infiltrado en el subsuelo, alimentando los resecos acuíferos, y también ha llenado los marjales litorales de toda la comarca.
La vegetación de las montañas dispone de humedad para varios meses, incluso más allá del próximo verano, y para la agricultura no hará falta regar al menos hasta bien entrada la primavera.
Por razones de seguridad el pantano de Beniarrés sigue manteniéndose en la cota de los 21 hectómetros cúbicos, de los 27 de capacidad máxima, pero el agua que le ha entrado desde el 16 de diciembre habría dado para llenarlo decenas de veces.
