El acceso de la carretera de la Vital hacia Daimús, donde a medio camino confluye en la Natzaret-Oliva con una rotonda que se está construyendo en estos momentos, no se podrá abrir hasta Fallas, o, a lo sumo, Semana Santa.
Así lo señaló ayer el delegado del Gobierno de España en la Comunitat Valenciana, el gandiense Juan Carlos Moragues, que justamente pasó por allí para dirigirse a la playa de Daimús.
Preguntado por este periódico sobre el retraso en esas obras, dado que se anunció que estarían acabadas en la pasada Navidad, Moragues indicó que la existencia de una gran torre eléctrica situada en las inmediaciones ha impedido mantener el calendario de trabajo previsto por los técnicos.
La empresa propietaria de la red de suministro eléctrico ya está llevando a cabo el desvío de los cables, y será entonces cuando podrán finalizar los trabajos.
Según Moragues, esa causa es la que ha impedido cumplir los planes del Ministerio de Fomento, organismo que está ejecutando esa obra, dado que quedó incluida en el proyecto global del acceso sur al puerto de Gandia.
Respecto al conjunto de la actuación, en Fallas o Semana Santa se abrirá la rotonda de Daimús. Después se acometerá la finalización del tramo entre la rotonda de Bellreguard y el acceso al nuevo hospital comarcal, y finalmente se prolongará la carretera hasta el puerto de Gandia, salvando el cauce del río Serpis mediante un viaducto cuya imagen, tanto en las obras como cuando esté acabado, será espectacular.
