Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La falta de consenso encalla la retirada del último nombre franquista de Gandia

C's quiere que la nueva plaza de Simancas mantenga el nombre de la urbanización y Més Gandia dice que incumple la ley

La falta de consenso encalla la retirada del último nombre franquista de Gandia

Poner nombre a la nueva plaza que se ha creado en torno al renovado sector de viviendas del antiguo Grupo Simancas, en el distrito de Plaça El·líptica-República Argentina, va a costar más de lo que en principio se pensaba. Pese a que se creía que estas obras iban a permitir retirar la última reminiscencia franquista de la ciudad, la falta de consenso entre los grupos políticos del Ayuntamiento no va a facilitar ese trabajo. En Gandia, quien se encarga de dar nombre a las calles es la Comissió de Carrers, un órgano que debe adoptar sus decisiones por acuerdo de la totalidad de los miembros, algo inviable a día de hoy.

El concejal de Ciudadanos, Ciro Palmer, lo tiene claro. Su postura es que se mantenga Simancas como nombre de la plaza. El PP, según el edil Vicent Gregori, representante de este partido en la comisión, estaría dispuesto a apoyar esta postura, aunque también otras propuestas que estén bien motivadas.

Por parte del Gobierno local, los representantes del grupo municipal de Més Gandia se oponen frontalmente a seguir llamando al espacio con un nombre que, en su opinión, incumple la ley de la memoria histórica, mientras que desde el PSPV también muestran sus reticencias a seguir manteniendo esa denominación con este mismo argumento y apelan al consenso para llegar a una solución. Sobre todo porque, según el portavoz de esta formación, José Manuel Prieto, «hay problemas más graves en Gandia que el de enrocarnos en esta cuestión».

Palmer justifica su postura en dos puntos. El primero la tradición. El edil de C's cree que ese espacio siempre ha sido y será conocido como Simancas. «Todo lo el mundo en Gandia lo conoce así y no tenemos que hacer que la gente pierda la memoria de la ciudad», apuntaba ayer en conversación con Levante-EMV. «Es la historia de Gandia, te guste o no te guste», sentenciaba el concejal.

Por otra parte, el portavoz de la formación naranja no comparte el argumento de la preservación de la memoria histórica porque, a su entender «Simancas también es memoria histórica, porque la ley está hecha para los dos bandos no solo para uno».

El edil aseguró que «ya he aceptado que al centro de convivencia se le ponga Joan Climent, aunque no considero que es una figura que necesite tal homenaje, pero en cuanto al nombre de la plaza no estoy dispuesto a ceder».

Desde el PP, el coportavoz del grupo municipal, Vicent Gregori, cree que lo mejor «es que se expongan todos los nombres propuestos y se motive el porqué se han elegido antes de tomar una decisión en la comisión».

Por su parte, Andrés Puig, que estuvo en la última junta de distrito de la El·líptica, donde se trató esta cuestión, cree que «Simancas no tiene por qué ser franquista, ya que existe un pueblo llamado así y también hay otras calles con nombres de pueblos en Gandia», apuntaba. «Otro tema -señaló- es que se llamara 'Cuartel de Simancas', que entonces sí sería franquista».

«Plaça de les xocolateres»

Según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, el tema de la denominación de este espacio se viene tratando desde hace más de un año. En 2016 las asociaciones vecinales que forman parte de la Junta de Distrito de la Plaça El·líptica proponían hasta seis nombres distintos. Entre ellos se encontraba el de Plaza de Simancas pero también Plaça de la Llibertat, Plaça de la Concòrdia, Plaça de les dones Treballadores, Plaça de les Cultures o de Plaza de Adolfo Suárez.

La Junta de Distrito de febrero de 2016 no llegó a un consenso y con el fin de evitar la polémica entre las distintas asociaciones se dejó el tema en manos de los asesores de la comisión técnica de calles, Emili Selfa, Mari Àngels Moreno, Vicent Grosso y varios técnicos municipales. En una reunión celebrada el pasado 13 de enero, estos concluyeron que la mejor denominación era la de Plaça de les Xocolateres, como homenaje a las más de cien mujeres que trabajaron en la antigua fábrica de Chocolates Nogueroles, ubicada justo enfrente de lo que hoy es el grupo Simancas.

Esta cuestión fue trasladada a la junta de distrito del pasado martes. La idea del presidente, Nahuel González, era lograr el consenso de todos los que forman el organismo para posteriormente trasladar esa postura a la Comissió de Carrers. Sin embargo, el edil se encontró con el rechazo de Palmer, por lo que se decidió que se acatará la postura de la comisión.

Ni González ni su grupo, Més Gandia, aceptan Simancas como nombre. Primero, porque «incumple la ley de la memoria histórica», apuntó el edil, y después porque los asesores del organismo que decide el Nomenclátor, en la que están representados todos los grupos, ya se han decantado por la Plaça de Xocolateres». El concejal cree que es un nombre «sin referencia política ni ideológica y que da un aire nuevo a la zona».

Compartir el artículo

stats