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Proyecto fallido

El último pellizco del Innova

El Ayuntamiento de Gandia pacta pagar 200.000 euros por la paralización del proyecto que Orengo impulsó y Torró paralizó. El acuerdo permite al consistorio ser dueño de la estructura de hormigón

El último pellizco del Innova

El Ayuntamiento de Gandia ya es amo y señor de la estructura de hormigón que, como un símbolo al peor resultado del enfrentamiento político entre partidos, se sitúa en la confluencia de la carretera de la Sèquia del Rei con la calle Degans, frente al complejo del Campus de la Universitat Politècnica de València (UPV) en el Grau.

El edificio que allí se diseñó, y que se quedó a medio hacer, era el Espai Innova, promovido e impulsado por el Ayuntamiento de Gandia en la segunda legislatura de José Manuel Orengo y que también contó con el respaldo entusiasta del entonces rector de la UPV, Juan Julià.

Las obras empezaron a principios de 2011, cuando la legislatura se acababa, pero el PP ganó las elecciones y Arturo Torró, recién elegido alcalde, ordenó que se paralizara el proyecto, algo que, como ya ha contado este periódico, acabó costando más seis millones de euros al consistorio, amén de no disponer del edificio destinado a la innovación y a la colaboración entre la Administración y las empresas para mejorar su gestión y su competitividad.

Con las obras paralizadas y sin pagar las facturas que se adeudaban, la empresa Clásica Urbana esperó a que acabara la legislatura del PP y, el año 2015, presentó una demanda judicial para reclamar 424.922 euros a la empresa pública del ayuntamiento en concepto de impagos, lucro cesante y daño emergente por no haber podido terminar el proyecto.

A partir de la demanda se inició un proceso de negociación extrajudicial entre representantes del gobierno local y Clásica Urbana que, según ha podido saber este periódico, ha concluido con el acuerdo de abonarle a la empresa 200.000 euros y zanjar la cuestión. Se trata, por lo tanto, de un ahorro de más de la mitad del dinero que pretendía cobrar la constructora.

Innovación versus turismo

Este documento, ratificado ya por el gobierno local de Gandia, supone el último pellizco económico de un proyecto que acabó en el más estrepitoso de los fracasos por culpa del choque entre dos modelos de ciudad. Por una parte, el del socialista José Manuel Orengo, que apostaba claramente por la innovación y la colaboración público-privada para avanzar en tecnología y competitividad. Por otra, el del popular Arturo Torró, que centró buena parte de su gestión en otro tipo de actuaciones, especialmente dirigidas a incrementar el potencial turístico de Gandia. Fruto de eso, los campos de golf o el parque acuático que anunció, y que tampoco han llegado a materializarse.

El actual gobierno local presidido por la socialista Diana Morant volvió a cambiar el rumbo y, situándose en la senda de Orengo, entiende fundamental el aspecto de la innovación como arma de futuro. Lo que todavía no ha aclarado es si la muda e inconclusa estructura del Espai Innova, de la que ahora el consistorio ya puede disponer, será aprovechada a corto o medio plazo para, junto a la UPV, recuperar de alguna manera aquella idea.

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