No lo tuvo fácil el equipo de Pedro Marco, ante un gran rival y con muchas bajas, con solo ocho jugadores y la incorporación de Raúl y Merenciano.

El caso es que ganar los dos últimos partidos de la temporada les hubieran servido a los valleros para salvar la categoría.

El entrenador opina que si hubiera habido «más compromiso» el equipo no habría descendido, refiriéndose al cómputo general de una campaña «en la que no hemos estado a la altura de las circunstancias y en la que las lesiones y las bajas también han lastrado mucho al equipo».

El último partido de liga será en casa, este domingo a las 12 horas en el pabellón municipal, donde recibirá al CB l'Alcora.