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La falta de pisos eleva el alquiler en el centro de Gandia a su precio más alto desde 2014

Los expertos apuntan que, pese a los positivos datos de ventas, la mayoría de personas sigue prefiriendo arrendar la vivienda - La capital de la Safor no sufre el fenómeno de quejas por apartamentos turísticos en el centro que sí padecen otras ciudades

Viviendas en alquiler o venta, en el Centre Històric de Gandia. ximo ferri

El precio de los pisos de alquiler en calles como Major, Sant Francesc de Borja, Sant Pasqual o el tramo del paseo de les Germanies que va entre el Teatre Serrano y la pasarela, es decir, el Centre Històric de la ciudad de Gandia, se encuentra, actualmente en el precio más alto registrado en los últimos tres años. Así lo apunta un informe al que ha tenido acceso este periódico y lo confirma Benjamín, encargado de una agencia inmobiliaria ubicada en la zona y consultado también por Levante-EMV.

La razón, apunta este experto, es la falta de viviendas para poner a disposición de los clientes en la zona «noble» de la ciudad. «Actualmente ya casi nadie compra, la mayoría quieren vivir de alquiler porque no se pueden permitir hacer frente a una hipoteca», señalaba. La diferencia en el precio respecto de finales del año 2014 no es excesiva, pero dibuja una tendencia que se viene registrando, sobre todo, en la primera mitad de este año 2017.

Eso ha provocado que el número de pisos vacíos haya menguado considerablemente en los últimos meses, lo que hace que la búsqueda de una vivienda para aquellos a los que les gusta vivir cerca del bullicio que siempre se genera en los centros urbanos, se esté complicando.

De hecho, el profesional asegura que los optimistas datos de venta que el Ministerio de Fomento ofrece de forma trimestral, en los que se indica un importante incremento de operaciones de compraventa de viviendas, «no es real». Según explica, no son particulares los que adquieren viviendas, sino que, en la mayoría de ocasiones, «hay fondos de inversión que compran promociones enteras que están en manos de los bancos y luego intentan venderlas al precio que quieren», explicaba. «Es algo que pasa en toda España, en Gandia también», aseguraba. «Se vende alguna vivienda, pero desde luego no en los niveles que apuntan los datos que se hacen públicos en los últimos meses».

Así, el pasado mes de marzo, el precio del alquiler por metro cuadrado en el centro de la ciudad se encontraba en los 4 euros de media, cuando a finales de noviembre se situaba en 4,14, momento en el que empezó a bajar hasta principios de este 2017. El agente inmobiliario indica que la media en el precio del centro de la ciudad está alrededor de los 450 euros por vivienda, un coste que, si bien es más alto que hace unos meses, no está aún al nivel de antes de la crisis.

Y es que, según su opinión, lo que ha ocurrido con el valor de los alquileres es «que ha dejado de bajar, se ha estabilizado» más que subir de forma excesiva.

Desde que arrancara la crisis calcula que los alquileres en la capital de la comarca de la Safor han perdido aproximadamente un 20% de su valor.

En otro orden de cosas, el experto asegura que un fenómeno que no afecta a Gandia es el del alquiler turístico en el centro de la ciudad que obliga a familias de toda la vida a desplazarse a la periferia y eleva los precios de forma desmesurada.

En ciudades como Barcelona, por ejemplo, la situación es insostenible, y en València ya han empezado a aflorar protestasd de los residentes en Ciutat Vella. Las personas que toda su vida han vivido en las zonas urbanas y que pagaban alquileres bajos han visto como, tras una revisión de los contratos, se han disparado incluso a más del doble el precio de sus viviendas. Esto, sumado a la aparición de plataformas que alquilan pisos por días o semanas, sacándoles gran rentabilidad, está desplazando a los vecinos a la periferia.

«En Gandia no existe el alquiler turístico», indicaba, porque la existencia de la playa desplaza el grueso de los alquileres de este tipo a esa zona. Es más, en esta ciudad se da el fenómeno inverso, una mayor demanda de viviendas para alquilar destinadas a residencia y no a turismo, lo que provoca ese incremento de los precios en el centro de la ciudad.

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