Es habitual que cuando alguien se siente indispuesto o sufre algún tipo de malestar leve acuda directamente a urgencias del hospital Francesc de Borja de Gandia. Este fenómeno, que se da durante todo el año, se acrecenta aún más los meses de verano. A los que habitualmente actúan de ese modo, se suman los turistas que, en su mayoría, suelen acudir directamente al centro hospitalario para tratarse dolencias para las que bien podrían recibir prescripción en los centros de salud o consultorios.

Así, según un comunicado difundido ayer por la Conselleria de Sanidad, el 68% de los pacientes que acuden a ser atendidos a través del servicio de urgencias de Gandia durante el verano padecen dolencias que no tienen un carácter urgente.

Uno de los principales motivos para que se genere esta situación, apuntan desde la conselleria, es el aumento de población externa al departamento de salud «y el desconocimiento de la organización sanitaria de los veraneantes, ya que muchos de ellos pueden ser atendidos en otros niveles asistenciales, como consultorios o centros de salud», indicaron ayer.

Esta situación es la que provoca que durante esta época aumente considerablemente el tiempo de espera para ser atendido. En cifras concretas, el incremento de la demanda asistencial en urgencias en periodo vacacional llega hasta un 30%, lo que supone, según indican desde el departamento de Salud de Gandia, una media de 250 pacientes al día con picos asistenciales que superan las 300 personas atendidas en cada jornada.

Los largos tiempos de espera de los que se quejan muchos pacientes tienen que ver con la propia organización del servicio de urgencias del centro hospitalario de Gandia. Se prioriza la asistencia a los pacientes más graves para así garantizar una respuesta adecuada y de calidad, basándose en un sistema de clasificación y triaje que se realiza a la llegada del paciente.

Cuando un paciente entra al hospital por urgencias accede primeramente a la sala de triaje, donde un profesional le hace varias preguntas y le practica distintas pruebas para conocer diversas cuestiones vitales en que se encuentra. Es entonces cuando se valora su estado y se le asigna una prioridad de atención. Eso es lo que va a definir el tiempo de espera de esta persona.

Según indican desde la conselleria de Sanidad, a pesar de la elevada presión asistencial que se produce durante los meses en verano en el centro, «el servicio atiende en tiempo adecuado al 77,2% de los pacientes que acuden». Además, señalan que la media de la espera durante el mes de julio de este año ha sido de 195 minutos, es decir, «solo 26 minutos más que durante el resto del año, cuando la media se sitúa en los 169 minutos», señalan.

El hospital de Gandia atendió en 2016 un total de 78.487 urgencias, con una media de 215 pacientes al día, de los cuales el 80,2% se atendieron en tiempo según el motivo asistencial.

Es habitual que en los meses de julio y agosto se produzcan quejas de los usuarios por el tiempo de espera para ser atendidos en el servicio de urgencias. Esto también ocurre en otros periodos del año, sobre todo en otoño e invierno, cuando llegan los brotes de gripe. Cabe recordar que con la apertura del nuevo centro en 2015, el hospital amplió su plantilla, lo que logró mejorar algunos servicios que ofrecía respecto al anterior centro de Roís de Corella.