El pleno del Ayuntamiento de Bellreguard ha adoptado un histórico acuerdo. Tras 25 años de intentos frustrados, el municipio por fin ha dado sus primeros pasos para contar con escudo oficial.

Con los votos favorables del PSPV y Compromís, los dos partidos que forman parte del Gobierno local, y el voto en contra del PP, aprobó el diseño, que cuenta con un informe del Consejo Técnico de Heráldica y Vexilología a petición del ayuntamiento.

«Llevábamos décadas de confusión e intentos frustrados sin comprender que el escudo oficial es más que un símbolo: nos identifica como pueblo y explica nuestra historia», señala el alcalde, Àlex Ruiz.

A finales de octubre, el Consejo proponía un «escudo cuadrilongo de punta redonda, partido».

La propuesta, explica el informe, se basa antecedentes históricos y heráldicos: Por un lado, la compra en 1485 del término general de la vila de Gandia por parte de Rodrigo de Borja. Bellreguard, entonces Sotaia, formaba parte de este término y era un señorío alfonsino.

Por otra parte, el escudo refleja la creación de la parroquia de Sant Miquel Arcángel (su mano es la que sostiene la espada en el escudo) por parte de Juan de Ribera en 1574, ya que era una población mudéjar, que más tarde convertidos en nuevos cristianos bajo la adovación de San Miguel. Por todo ello y «a falta de tradición heráldica local», el Consejo propone que se use el símbolo de San Miguel junto con el del señorío más prolongado en la población, el de los Borja.

A partir del siglo XIX, Bellreguard empezó a usar un escudo común en muchos municipios con una balanza, espadas cruzadas, la vara de alcaldía y un triángulo con diferentes variables. En los años 90 se empezó a trabajar para implantar el escudo pero siempre hubo discrepancias sobre las armas que debían acompañar a San Miguel.