Los vecinos de Gandia están hartos de las verbenas y también cansados de que se celebren siempre en los mismos lugares. Así lo indica el informe del defensor del ciudadano referente al año 2016 del que anoche se dio cuenta en el pleno municipal.
Juan Miguel Lloret ostenta esta figura desde hace años. En 2016 se le restableció en el puesto después de que el Gobierno local salido de las urnas del 2015 le dejara en suspenso a la espera de crear un nuevo órgano. En su informe, que recoge las visitas realizadas en la segunda mitad de ese año, recalca que muchas de las quejas no solo se dirigen al «estruendoso ruido» que generan las actuaciones de grupos musicales en la vía pública, sino también a «la falta de cumplimiento de los horarios», indica.
Este no es un problema nuevo. Vecinos de zonas como el Prado o próximas a la plaza del Tirant hace años que vienen alertando de la saturación de evento, y por tanto de ruido, que sufren. En esos puntos se celebran las actuaciones de fallas, se instala la pista de hielo de Navidad o se organiza la fiesta de Nochevieja, entre otras actividades a lo largo de todo el año.
El ruido también está relacionado con otra de las quejas planteadas por los vecinos, la de los niños que juegan con pelotas, patines o bicicletas en plazas públicas, lo que, además, «a veces dificulta el paso de peatones y son un peligro», indica el informe.
Aunque es una de las más destacadas, la del ruido no es la única queja llamtiva de cuantas recoge el defensor del ciudadano. Otros aspectos que también resaltan los vecinos son «la prepotencia» en el trato de los agentes de la Policía Local, la falta de limpieza «sobre todo en zonas que no se encuentran situadas en el centro de la ciudad o primera línea de la playa» o el mal estado de algunos carriles bici y de las bases de las bicicletas públicas, que ya se están sustituyendo por las nuevas.
Existen cuestiones que parece que, aunque se repitan en muchas ocasiones, son muy propensas a que tengan un impacto mínimo en la sociedad. Uno de los asuntos que más reclaman los vecinos sobre las mascotas que andan sueltas por la vía pública o que los dueños de los perros no utilicen collar para llevarlos.
Escasa respuesta a las quejas
El defensor del ciudadano también afea a la administración local la escasa respuesta que tienen por su parte las quejas que la oficina eleva al ayuntamiento de parte de los vecinos.
Además, Lloret hace una reflexión y pide a los representantes de los partidos políticos «menos crispación» en el pleno, ya que esta se proyecta a los ciudadanos.
En cifras concretas, durante la segunda mitad del año 2016, la oficina del defensor recibió un total de 176 visitas.
Muchas de ellas, según indica Juan Miguel Lloret en la memoria, acuden reclamando ayudas económicas debido a que se trata de personas con pocos recursos, que son desviadas al departamento municipal correspondiente.
