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La vuelta al mundo del Victoria pasa por Gandia

La réplica del buque que circumnavegó el planeta en el siglo XVI estará atracado en el Moll dels Borja hasta el próximo martes - Los visitantes podrán conocer la historia de aquel viaje y las condiciones de vida de sus 55 tripulantes

La camareta del capitá del barco, desde la que se dirige el viaje y que mantiene la esencia del XVI. ximo ferri

Aquellos que se acerquen hasta el próximo martes al Moll dels Borja del Grau de Gandia podrán conocer el Nao Victoria, el buque que realizó la primera vuelta al mundo en barco entre los años 1519 y 1522. Seguro que no podrán repetir la hazaña pero, al menos, tendrán la oportunidad de conocer las condiciones en que viajó aquella tripulación, formada por entre 45 y 55 marineros y al frente de la cual estaban los capitanes Fernando de Magallanes y Juan Sebastián El Cano.

Ayer atracó en Gandia la replica exacta de este navío, de propiedad estatal pero cedido a la Fundación Nao Victoria, que surca los mares de todo el mundo para dar a conocer no solo su propia historia, sino también una parte importante de la del país.

La pieza fue construida en 1991 para la Expo de Sevilla del año 1992. Tras el evento, quedó abandonada en aquella ciudad. Fue entonces cuando la Fundación Nao Victoria pidió al Estado que se lo cediera para convertirlo en un barco-museo que sirviera de homenaje a aquellos que hicieron realidad la hazaña de dar la vuelta al globo por primera vez en la historia. Tras ser sometido a trabajos de adecuación, la nave empezó a surcar los mares del planeta. Entre los años 2004 y 2006 completó su propia vuelta al mundo, recorriendo más de 26.000 millas y recalando en 17 países. Fue el primer barco de estas características en completar una travesía similar.

A bordo viajan habitualmente entre 10 y 16 personas (actualmente hay 11), algunos de ellos voluntarios que realizan las prácticas de sus estudios navieros en el Nao Victoria. El equipo se encarga de realizar trabajos de mantenimiento en el barco y, además, hacen de guías durante las visitas.

En Gandia estarán hasta el próximo martes, en horario de 10 a 20 horas de forma ininterrumpida. El precio es de 4 euros para adultos y 2 para niños.

Sus actuales tripulantes imitan las condiciones de vida de aquellos que completaron el histórico viaje en el siglo XVI. Los visitantes, de hecho, tienen la posibilidad de conocer alguna de las estancias en las que duerme parte de la tripulación, aunque existe en el interior una zona más privada que está cerrada al público.

La réplica del Nao Victoria tiene 26 metros de eslora y cuenta con tres palos, seis velas y más de 120 metros cuadrados de superficie útil. Actualmente cuenta con equipos de navegación de última tecnología, aunque estos se camuflan durante las paradas en los diferentes puertos en que atraca para mantener la esencia de la época en que existió el navío original. Son sustituidos, en la camareta del capitán, por mapas de navegación como los que usarían los primeros viajeros.

Algunas estancias, de hecho, disponen de material de «atrezzo» que reproduce los elementos que se encontraban a bordo del barco en aquella empresa.

Álvaro Lecaro, jefe de logística de la embarcación, reconocía ayer que «en mi primer viaje lo pasé muy mal y quería bajarme pero luego es un trabajo que engancha». Pese a que tienen que soportar temporales en alta mar, a que viajan durante semanas y padecen filtraciones de agua en las estancias habitacionales, asegura que toda la tripulación, formada habitualmente por estudiantes de entre 20 y 30 años, está muy satisfecha con la experiencia.

La alcaldesa de Gandia, Diana Morant, quiso ser de las primeras en conocer el barco. Guiada por Lecaro conoció todas las estancias del buque mercante y agradeció que la Fundación Nao Victoria «haya pensado en Gandia para visitarnos». «Gracias a la iniciativa, los ciudadanos de Gandia y los que nos visitan tenemos la oportunidad de disfrutar de una nave que se utiliza para la divulgación científica y para recuperar nuestro pasado», señalaba.

La Nao Victoria fue el primer barco que dio la vuelta al mundo en una expedición de cinco embarcaciones que partieron de Sevilla en 1519. Fue el único navío que regresó logrando la hazaña más grande de todos los tiempos en la historia de la navegación.

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