Rosat, un satélite alemán obsoleto, fuera de servicio desde 1999 pero aún en órbita, se dirige hacia la Tierra, donde caerá en algún momento del fin de semana en un lugar indeterminado. Según los expertos, este satélite tiene más posibilidades de golpear a alguien que el satélite de la NASA que cayó hace un mes sobre el Pacífico.

El centro aeroespacial alemán que se encargó de la construcción del aparato cree que las posibilidades de que alguien resulte herido por algunos de los fragmentos del satélite es de 1 entre 2.000, mientras que para el satélite Uars, que cayó hace un mes, eran de 1 entre 3.200. En principio, está previsto que el Rosat se precipite descontroladamente sobre la Tierra a primera hora del domingo, pero las estimaciones no son muy precisas y dependen de las oscilaciones en la radiación solar, por lo que podría ser que el aparato se adelantara o retrasara en su caída.

Definir el lugar exacto del impacto es más complicado, principalmente por la elevada velocidad del Rosat -una vuelta completa a la Tierra dura sólo 90 minutos-, así como por la rotación de nuestro planeta sobre su propio eje. El satélite estaba fuera de servicio desde 1999 y ha ido perdiendo altura gradualmente. Por el momento, los expertos tan sólo pueden precisar que el Rosat caerá sobre la Tierra entre los 53 grados de latitud norte y los 53 grados de latitud sur.

Durante su misión, entre 1990 y 1999, el Rosat, de casi 2,5 toneladas de peso, giró alrededor de la Tierra en un una órbita elíptica a una distancia de entre 585 y 565 kilómetros de la superficie terrestre.

Desde que fue puesto fuera de servicio, el satélite alemán pierde altura continuamente debido a la fricción con la atmósfera.