La muerte vende. Apenas una semana después del fallecimiento de Withney Houston, la cantante no sólo ha vuelto a ocupar un puesto en las listas de ventas de Estados Unidos sino que algunas de sus pertenencias, como la casa que compartió con su exmarido, Bobby Brown, ha sido puesta a la venta por 1,3 millones de euros, según se puede ver en la web de la inmobiliaria CarProperty.

La casa, de 1.167 metros cuadrados, tiene cinco habitaciones y otros tantos baños y ocupa una parcela de dos hectáreas enMendham, donde Houston también era la dueña de la vivienda de la parcela contigua hasta que la vendió en 2010 por 766.000 euros. Sin embargo, el revuelo se está produciendo en torno al exmarido de la estrella apagada.

Y es que, la familia de la cantante no ha invitado al rapero Bobby Brown, a sus funerales y le ha pedido que se aleje de la hija que ambos tuvieron porque sospecha que persigue su herencia.

La familia de Houston celebrará mañana las exequias por la cantante, en una ceremonia que será retransmitida en directo por internet.

Según el diario New York Post la familia de la artista responsabiliza a Brown de haberla introducido en el mundo de las drogas durante su matrimonio, así como del deterioro de su carrera profesional "y no le han perdonado por los episodios de abusos" que habría cometido contra ella.

Además, otros medios han apuntado que Brown se está acercando a su hija, Bobbi Kristina, de 18 años, para aprovecharse de la herencia que recibirá, ya que es la única heredera de la millonaria fortuna de la cantante que rondaría los 17 millones de euros.