Agentes de la policía nacional de Benidorm detuvieron ayer al encargado de la discoteca "Hipódromo" de la ciudad, un español de 31 años, y a uno de los porteros, de 20 años y nacionalidad extranjera, acusados de un presunto delito de tentativa de homicidio, según confirmaron fuentes vinculadas a la investigación.

Las mismas fuentes informaron que el presunto homicidio tiene como origen un altercado ocurrido el pasado miércoles día 18, entre las cinco y las seis de la mañana, dentro de la discoteca ubicada en la calle Mallorca, en la denominada "zona guiri" o "inglesa" de la localidad. Presuntamente los detenidos participaron en una pelea con un hombre de 32 años, y de origen marroquí, que como consecuencia de la pelea cayó al suelo, ocasionándole dicha caída lesiones de consideración por lo que tuvo que ser hospitalizado, hasta ayer, en que falleció sobre la una de la madrugada en el Hospital General de Alicante.

Fue precisamente la muerte del joven la que motivó ayer la detención de los trabajadores del local de ocio, dentro de la investigación abierta desde el mismo día del suceso para determinar hasta qué punto las lesiones del fallecido originadas por la pelea pudieron provocar la fatal caída, o si ésta fue accidental, según explicaron fuentes de la policía nacional de Benidorm.

El local niega los hechos

Desde la discoteca, sin embargo, no confirmaron las detenciones, pues dijeron, desde su departamento de Administración, que desconocían que hubiera sucedido ningún altercado. El dueño, según añadieron, estaba de viaje y por lo tanto no sería posible obtener declaraciones suyas.

Las disputas y peleas a altas horas de la mañana en la zona de la calle Mallorca de Benidorm es algo habitual, según han manifestado en reiteradas ocasiones vecinos y taxistas reclamando mayor seguridad. Aun así, el último altercado grave se producía hace seis años, en julio de 2005, cuando un joven disparó a otro en una discoteca de la citada vía mientras se peleaba con el portero de seguridad. La Audiencia de Alicante resolvió condenar al hombre que disparó, de nacionalidad británica, a ocho años de prisión. Dos de los años de cárcel fueron impuestos por un delito de tenencia ilícita de armas, otros cuatro por un delito de tentativa de homicidio y los dos restantes por las lesiones causadas a la víctima, a quien además el condenado le debía indemnizar con la cantidad de 6.000 euros, según determinó la sentencia.