Un joven de 20 años falleció en la madrugada del martes en los calabozos de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Elda-Petrer tras ser detenido al mediodía del lunes por su presunta implicación en el robo de una cadena de oro a otro joven de su círculo de amistades.

Gustavo Adolfo Duque Acevedo nació en Colombia pero se trasladó a España con su madre y sus hermanos fijando su residencia en Elda cuando apenas tenía nueve años. Su cadáver fue sometido a una autopsia en la mañana de ayer en el Instituto de Medicina Legal de Alicante y por la tarde se le trasladó al tanatorio de Elda-Petrer, donde está previsto que a las siete y media de la tarde de hoy se celebre la misa funeral.

La versión que la Comisaría ha dado a la madre, Dora Libia Acevedo, y a la pareja de ésta, el eldense Francisco Navarro, según han indicado ambos, es que el joven fue descubierto a las siete de la mañana ahorcado con su jersey en el calabozo cuando un agente se disponía a entregarle el desayuno.

Una hora y media más tarde, dos patrullas con seis agentes se dirigieron a su domicilio familiar para comunicar la trágica noticia a sus padres, asegurándoles que se había ahorcado anudándose su propia ropa al cuello.

Sin embargo la versión oficial no ha convencido a la familia y el padre se dirigió a las cinco y media de la tarde de ayer al Palacio de Justicia de Elda, junto a un amigo del fallecido que tiene 17 años, para interponer una denuncia y solicitar que se abra una investigación exhaustiva de lo sucedido y que se practique al cadáver una segunda autopsia.

"No me creo que se haya ahorcado. No me lo creo. He visto el cadáver y tiene un moratón que le baja desde la nuez de la garganta hasta el pecho y también tiene otras contusiones por las piernas, sobre todo por la izquierda, que le baja desde la espalda", comentó visiblemente afectado Francisco Navarro antes de acceder al Palacio de Justicia para pedir amparo al juez de guardia.

La familia ha exigido esa segunda necropsia porque no da crédito a la versión oficial y quiere que se investigue si realmente se trata de un suicidio o si detrás de la muerte puede haber un caso de torturas.

El amigo de la víctima ratificó la declaración del padre en todos sus extremos. Él fue testigo de cómo Gustavo fue detenido cerca de las dos de la tarde del lunes, y después fue esposado y conducido en un coche patrulla hasta la Comisaría, desde donde se efectuó una llamada telefónica a sus padres alrededor de las ocho y media de la tarde del lunes para comunicarles que el arrestado no quería hablar con ellos ni verlos. Y añadieron, según la familia, que había mostrado su deseo de que nadie supiera dónde se encontraba. La familia también duda de este extremo y espera que el juez arroje luz sobre la muerte de joven.