La valenciana María José Carrascosa explicó ayer tras su excarcelación en Estados Unidos que su intención es volver a España para reunirse con sus familiares, entre ellos a su hija Victoria que en la actualidad tiene 15 años. «Mi idea es volver a España, reunirme con mi hija y mis padres, y allí Dios proveerá», declaró la abogada de Buñol.

Carrascosa salió de un penal de Hackensack, en el estado de Nueva Jersey, acompañada del sacerdote Antonio Álvarez. Según explicó ayer el padre de la valenciana, Jose Carrascosa, a Levante-EMV, este hombre se ha convertido en una ayuda fundamental para su hija. Indicó que es un sacerdote español que oficia en una parroquia de Nueva Jersey y que «visitaba a la compañera de celda de María José». «Nos ha prestado una colaboración inmensa, haciéndose cargo por ejemplo de la presentación de documentación», apuntó José Carrascosa.

Lágrimas al teléfono

Nada más pisar la calle tras nueve años en la cárcel, la valenciana mantuvo una videoconferencia a través de teléfono móvil con su familia y en particular con su hija. Según su padre «ambas no han parado de llorar. Se han pasado de cada 10 minutos, 9 llorando».

Al respecto de esta comunicación, María José destacó en declaraciones a la agencia Efe que «hemos estado llorando las dos como dos Magdalenas», y dijo que tenía unas «ganas increíbles de darle un abrazo». «Está ya más alta que yo», añadió, al recordar que cuando quedó presa en Estados Unidos su hija tenía 6 años. Sin embargo, María José Carrascosa reconoció que aún hay trámites legales que se deben resolver antes de que las autoridades estadounidenses le permitan salir del país.

Su padre indicó al respecto a este periódico que «seguro que podrá venir a España, pero no sabemos por cuánto tiempo ni las condiciones». Sobre la posibilidad de que se reactive la vía judicial, ya que el año pasado su exmarido Peter Innes aseguró a este diario que lucharía por recuperar a la niña, José Carrascosa apuntó que «eso lo contestará María José cuando esté en España».

Así, finalmente la valenciana ha logrado la condicional tras solicitarla en varias ocasiones. También lo hizo su hija, quien ha estado enviando cartas a los jueces norteamericanos, solicitando que la dejaran en libertad. Unas misivas que Innes explicó en 2014 eran «ofensivas» para él, ya que aseguraba que en ellas se mostraba cómo le habían «lavado el cerebro» a la pequeña, puesto que «además contaban cosas sobre mí que nunca ocurrieron».

Carrascosa quien ha llevado el número de presa 648144, acusada de secuestrar a su hija y desacato a la autoridad quiere retomar su vida con normalidad: «Tengo un montón de cosas por hacer. Tengo que ponerme los zapatos de mi vida. He llevado los zapatos de una vida que no era la mía», sentenció.

«Hablar de nuestras vidas»

La hermana de María José, Victoria indicó tras la puesta en libertad condicional que lo que más desea es «estar a solas con ella y hablar de nuestras vidas».

Asimismo, incidió en que ahora están pendientes de la justicia federal americana para que la libertad condicional se convierta en libertad oficial «y mi hermana pueda venir a España».

Victoria, con una emotividad a flor de piel, calcula que este proceso para poder ver en persona a su hermana puede durar un mínimo de una semana y un máximo de dos meses.