La Guardia Civil está buscando rastros biológicos del responsable del homicidio de José, el hombre de 56 años hallado muerto, molido a golpes, en el chalé de Llíria donde residía con sus padres, en el interior del vehículo de la víctima, un Peugeot 407 de color negro encontrado un día antes que el cadáver, a tres kilómetros de la escena del crimen.

Los especialistas en Homicidios de la Guardia Civil de València, que han asumido el caso, consideran que el vehículo fue utilizado por la persona que mató a José, licenciado en Derecho pero que no ejercía, en la madrugada de la noche de San Juan para escapar de la casa lo más rápidamente posible, por lo que todo apunta a que no llegó a la vivienda por sus propios medios, lo que facilitará rastrear su identidad.

El coche fue localizado por la Policía Local de Llíria en la tarde del viernes, aparcado junto al parque de San Vicente, con las ventanillas bajadas y abierto, sin huellas aparentes de que hubiera sido forzado. A lo largo del domingo y de ayer, lunes, el vehículo ha sido sometido a una intensa inspección ocular con recogida de numerosas muestras que ahora serán procesadas en el laboratorio central de la Guardia Civil en busca tanto de sangre de la víctima, que el autor pudiese haber transferido durante la conducción, como de vestigios del propio responsable del homicidio que pudieran haber quedado impregnados en algún punto del interior del vehículo.

Mientras los expertos del laboratorio de Criminalística de la Comandancia de València inspeccionaban el coche y la vivienda donde fue encontrado el cadáver, los agentes de Homicidios ya han comenzado a tomar declaración a las personas del círculo más próximo al fallecido, entre ellos, a su novia, a sus padres y a sus tíos. La primera es una de las últimas personas que le vio y los tíos son quienes hallaron el cuerpo sin vida de José a las 13.00 horas del sábado, después de que los padres les pidieran que se acercaran a la casa a ver si había pasado algo, ya que su hijo llevaba sin responder a sus llamadas desde un día antes, el viernes.

Así mismo, han interrogado a los vecinos, que desde el primer momento han asegurado haber escuchado sonidos propios de una fiesta en la vivienda, durante la noche de San Juan. Ahora, los agentes centran sus esfuerzos en identificar a quienes estuvieron en la casa esa noche.

Al parecer, tras su separación, José habría regresado al chalé de sus padres, y habitualmente utilizaba la planta baja. Es ahí, en el salón, la primera estancia al entrar desde la calle, donde fue encontrado su cuerpo sin vida, con señales de numerosos golpes y con heridas abiertas que le provocaron una importante hemorragia, aunque no se han apreciado señales de arma blanca.

De momento, las autopsia, iniciada este lunes, no ha terminado, por lo que no está clara la causa de la muerte, si fue como consecuencia de esos golpes o si le sobrevino un fallo cardiaco como consecuencia de la tensión de la pelea y la ingesta de alcohol. Además, los forenses tomarán muestras de los tejidos para determinar si hubo otras sustancias además del alcohol, del que quedaron numerosos vestigios en la casa, como alguna copa con líquido dentro y varias botellas vacías.

La Guardia Civil tampoco tiene claro si fue víctima de un robo, como aparenta el claro desorden de la estancia, con cajones fuera de su sitió y aparentes señales de registro, o si es fruto de la pelea y de un posterior escenario organizado para despistar a los investigadores.