Hallan asesinada en Murcia a la turista de Singapur desaparecida en Xàbia

La Guardia Civil arresta en un hotel de Alicante a su presunto asesino, también singapurense

La mujer estaba alojada sola en un spa de Xàbia y fue encontrada en Abanilla con 30 cuchilladas por todo el cuerpo

Audrey Fang, la mujer de Singapur que desapareció en Xàbia el 9 de abril.

Audrey Fang, la mujer de Singapur que desapareció en Xàbia el 9 de abril. / L. O.

Alfons Padilla/J.D.González/A.Lucas

La Guardia Civil detuvo en la tarde del pasado martes, en un hotel de Alicante, al presunto autor del asesinato de Audrey Fang, la singapurense desaparecida el pasado 9 de abril en Xàbia y hallada un días después, cosida a cuchilladas en Abanilla (Murcia). El detenido tiene la misma nacionalidad que la víctima y la Guardia Civil de Murcia, que investiga el crimen, no descarta que se trate de un nuevo caso de violencia machista.

Audrey Fang, una mujer también de Singapur de 39 años, había decicido pasar unos días de vacaciones en Xàbia. Llegó sola y sola se hospedó en un hotel de lujo con spa. Tenía reserva del 4 al 10 de abril. Su familia, que ayer llegó a España desde el país asiático sin saber que Audrey había sido encontrada asesinada (al subir al avión, aún no estaba identificada oficialmente), habló con ella por última vez el 9 de abril.

Audrey quedó con ellos en que irían a recogerla al aeropuerto de Singapur el día 12, ya que su vuelo salía el 11 desde Barcelona, pero no apareció y saltaron las alarmas. El consulado de Singapur en España avisó a la policía de que no se sabía nada desde hacía 7 días de esta mujer.

Al mismo tiempo, el personal del hotel había acudido a la Guardia Civil de Xàbia para comunicar que el servicio de limpieza de la habitación se había percatado de su ausencia pese a que se había dejado todos sus enseres personales, lo que dio pie a iniciar su búsqueda, que incluyó una inspección ocular de la estancia, ya que, para entonces, la situación anunciaba un posible desenlace trágico.

Lo único que se sabía con certeza es que Audrey había salido a las 20.45 horas del día 9 y que no habia regresado. Nadie supo si había quedado con alguien, es decir, con su asesino, que es la tesis que ahora se baraja, o si había salido a cenar sola y aquél la abordó de manera sorpresiva en la calle.

Más de 30 cuchilladas

Entonces, nadie relacionó los dos hechos, pero al día siguiente, 10 de abril, una persona avisaba a la Guardia Civil tras localizar el cadáver sin documentación ed una mujer, tirado en un descampado de Abanilla. El cuerpo presentaba más de una treintena de heridas de arma blanca.

Desde el principio, los investigadores asumieron que la mujer había sido asesinada en otro lugar y su cadáver, que además de las cuchilladas tenía golpes, depositado en ese punto por su asesino. Por esa razón, visualizaron las grabaciones de las cámaras de seguridad de una venta cercana al lugar donde apareció el cuerpo, por si habían captado el paso del asesino y del coche que se cree que utilizó.

El cadáver de la mujer, hallado minutos antes de las ocho de la mañana de ese miércoles 10 de abril, estaba tirado sobre la tierra, en un paraje, Salado Alto, próximo a la venta Los Collares, en Mahoya. Fue este lugar el que sirvió de referencia, para sanitarios y policías que llegaron al lugar, tras descubrirse el cuerpo.

Los primeros fueron los agentes de la Policía Local de Abanilla, que acordonaron la zona y aguardaron la llegada de los especialistas del laboratorio de Criminalística y de la Policía Judicial de la Guardia Civil.

Los expertos de Criminalística tomaron fotografías y recogieron vestigios, incluidas unas zapatillas con purpurina, presumiblemente de la víctima, que han sido enviadas para su análisis.

Hasta este miércoles, la identidad de la fallecida seguía siendo un misterio, ya que sus huellas dactilares no llevaron a saber quién era, dado que no coincidía con ninguna de las almacenadas en las bases policiales, dado que no tenía antecedentes.

A partir de ahí, los agentes empezaron a cotejar denuncias por desaparición y saltó la de Xàbia, lo que les puso sobre la pista. Un vez identificada la mujer, llegaron hasta su presunto asesino, que estaba alojado en un hotel de Alicante. Tras su arresto, el juez de Cieza que instruye el caso por ahora espera que se lo entreguen antes del viernes, aunque, en cuanto se sepa dónde la mató, esto es, en que partido judicial se cometió el crimen, se inhibirá en el juzgado correspondiente.