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13-M: el conflicto taurino se lidia en Valencia

El conflicto taurino se lidia en Valencia

Los antitaurinos se hallan en un momento dulce. Sus reivindicaciones son escuchadas. El gerente de la plaza de toros y el portavoz antitaurino se citan para confrontar perspectivas

Nacho Lloret, gerente de la plaza de toros de Valencia, y Toni Moreno, portavoz de la Plataforma Antitaurina del País Valencià. eduardo ripoll

Los aficionados al toreo y a los «bous al carrer» saldrán a la calle el 13 de marzo en Valencia. Esa manifestación fallera „contestada con protestas antis„ inicia un capítulo crucial del conflicto taurino tras las prohibiciones y los referéndums que algunos ayuntamientos han promovido tras el giro político.

­No son las cinco de la tarde ni por las gradas sube Ignacio Sánchez Mejías con toda su muerte a cuestas. Lorca queda en los libros. Hoy son casi las doce del mediodía y por las gradas suben, con toda su causa a cuestas, Nacho Lloret y Toni Moreno. El primero es gerente de la plaza de toros de Valencia. El segundo dirige la Plataforma Antitaurina del País Valencià. No es común juntar a polos tan opuestos en un debate tan polarizado y en su momento de máxima ebullición: una catarata de referéndums y prohibiciones de festejos taurinos en ayuntamientos deja paso el próximo 13 de marzo a la primera gran manifestación a favor de los toros en Valencia, en plena feria fallera y con miles de asistentes garantizados. Por todo ello no hacen falta clarines. La tensión está ahí. Aunque nadie quiera verla.

Dice el antitaurino que el giro copernicano de quien empuña la pancarta ya va avisando del resultado.

„Hace años, la pregunta era si las corridas y los espectáculos taurinos desaparecerían. Ahora la pregunta ya no es ésa: la pregunta es cuándo van a desaparecer. La sociedad va evolucionando hacia la erradicación de estos espectáculos. Es muy revelador que quienes se manifiesten ahora sean los taurinos. Antes éramos nosotros. Algo está cambiando. Ya se empieza a evidenciar el poco respaldo que tienen estos espectáculos. Otro aspecto: antes había una falta de entendimiento entre los aficionados de plaza y los amantes de los festejos populares. En los últimos años ha habido un proceso de confluencia. Evidencia que el mundo del toro está cada vez más acorralado.

Uno, que preside esta corrida y busca el equilibrio, le hace notar el ascenso de los festejos de bous al carrer: de 5.200 a 7.800 anuales en un lustro. Él no lo ve significativo.

Al otro lado, el empresario taurino explica el salto del tendido a la calle.

„Ha llegado la hora de movilizarse. Y lo mismo que los antitaurinos se dejan ver tanto, y con tanto interés oscuro detrás, es hora de pedir libertad, respeto y cumplimiento de la ley. Porque mientras la ley y el Estado de Derecho nos ampare, nadie nos puede señalar como gente cruel o con una ética inferior. Tenemos los mismos derechos que los demás. Y tenemos la responsabilidad de mantener un patrimonio histórico y cultural que es parte de la identidad de nuestro pueblo.

No esperen estereotipos. Toni Moreno no va a manis ni a concentraciones antitaurinas. Prefiere el trabajo sistemático de recopilar datos de muertos y heridos, enviarlos a los medios de comunicación y tratar de influir en las autoridades. Los palos políticos que arrea Nacho Lloret, por su parte, orbitan en torno a la derecha.

„Ha sido una torpeza mayúscula que a los toros se los identifique con la derecha, tanto por quienes se los apropian como por quienes usan esa etiqueta para ir contra los toros. Porque no es así. Si los toros son cultura, y fue un Gobierno de Zapatero el que los encuadró en el Ministerio de Cultura, el estandarte de la cultura lo ha llevado más la izquierda que la derecha. Encima, es un espectáculo transgresor, de querer romper con lo establecido. ¡No hay nada más transgresor que jugar con la muerte! Y la transgresión no suele ser un patrimonio de la derecha, sino de la izquierda. ¿Y eso de llamarlo fiesta nacional? Es de mente muy estrecha. ¿Decirle a un francés, un colombiano o un peruano que lo que celebran en sus plazas es la fiesta española y no una fiesta suya? ¡Al carajo! Es tan suya como nuestra.

Primer tercio: el animal. En esta corrida hay trances de pases pausados. Otras veces manda el cuerpo a cuerpo. Sucede con el amor al animal. Dice el empresario de la plaza de toros que, tanto en la calle como en el coso, el aficionado taurino ama al astado.

„No encontrarás gente que ame, que respete y que tenga más adoración por un animal que los amantes del toro bravo. Evidentemente hay un componente cruel. Pero yo no voy a ver eso. Eso lo perdono. Donde algunos ven maltrato, yo veo exaltación de la animalidad en medio de un mundo, de una sociedad, que busca quitarle esa animalidad a los animales. Ponerles albornoz, vestido y zapatillas de ir por casa€ ¡Estamos viviendo el apogeo de la mascota con tratos impropios del animal! Yo no podría tener un gato o un perro encerrado en casa y castrado. ¡Eso sí que me parece maltrato! Lo estás humanizando. Y eso es imposible.

„Cuando usas la palabra «animalidad», me viene a la cabeza «salvajismo».

„Pues a mí me parece mucho más salvaje un matadero.

„Un matadero no tiene gradas.

„Pero el animal de matadero ha estado toda su vida humillado. Aquí no se le humilla. Se le da la oportunidad de defenderse.

„Insisto: detrás de la animalidad me viene a la cabeza salvajismo. Porque esa animalidad se le va quitando al toro a lo largo de la lidia. Se le daña sistemáticamente desde que sale hasta que muere: picador, banderilleros. Mira: España tiene al toro como animal icónico. Ahí están los carteles de Osborne en la carretera. Un toro negro con una planta preciosa. Pero la realidad es otra: un toro ensangrentado, echando sangre por la boca y estoqueado con la cabeza gacha. Es hipócrita.

„Tú sólo ves eso.

„Pero eso es real, no me lo invento. Y en los bous al carrer, maltratados. Cada uno pone el foco de atención en una parte. Sin embargo, lo cierto es que el toro tiene ese final. Así es que una de dos: o ponemos imágenes de toros moribundos y sangrando con una bandera española, o no hagamos espectáculos y dejemos al toro en la dehesa para contemplar a esa animal icónico.

„Desaparecería. Las ganaderías serían deficitarias. Si desaparecieran las corridas y el juego con el toro, el toro bravo de-saparecería. Sería un atentado ecológico brutal. Y no entiendo cómo un ecologista puede defender semejante atentado ecológico. Si en Inglaterra se planteara la desaparición de una especie que es patrimonio del país€

„Pues en Inglaterra, el Parlamento prohibió la caza del zorro, que para ellos era tradición sagrada.

Segundo tercio: la prohibición. Prohibir. La palabra abre a la puerta a otro debate: la decisión de ayuntamientos valencianos de prohibir los festejos taurinos en la calle o en la plaza. Primero embiste el portavoz de la plataforma antitaurina. Recuerda que «las leyes de protección de los animales prohíben el maltrato a los animales, pero exceptúan las corridas de toros y los espectáculos taurinos. Hay un problema cultural. ¿Cuándo vamos a hacer extensiva esa protección a los toros? La pregunta no es por qué prohibirlos, sino por qué se siguen celebrando».

Al gerente del coso le duele la cornada.

„Es peligroso que gente como Toni, con quien da gusto tener un debate argumentado y con respeto, hable de prohibir. Yo no me considero un ser antisocial ni sádico. Podemos tener visiones distintas, pero han de respetarse y permitir que cada uno actúe en libertad. Los toros son ahora un espectáculo legal, reconocido como patrimonio cultural. Y hablar de prohibir es peligroso.

También chocan acerca de la convocatoria de referéndums, con baja participación hasta el momento. En Aldaia, votó el 13 % del censo. En Tavernes de la Valldigna, el 11,8 %. En ambos casos ganó el «no».

A Nacho Lloret los referéndums le parecen «demagógicos». «Los toros son parte de la cultura de este país y catalogados como patrimonio cultural y artístico. Con la actual legislación, consultar si yo puedo ejercer ese derecho o no es una vulneración de un derecho constitucional», defiende. Al portavoz de la Plataforma Antitaurina sí le gustan las consultas populares. «Todo lo que sea que la gente se exprese es positivo. No tenemos miedo al debate. Creemos en nuestros argumentos y hacia dónde va la sociedad», esgrime Toni Moreno.

Último tercio: el matadero. Las críticas de tortura y maltrato animal impregnan el viento tempestuoso que atraviesa el albero. Toni Moreno contrapone la diferencia del animal tranquilo y cuidado de la dehesa con la corrida o el bou embolat.

„La plaza, o la calle, es el fin de que esté en esa ganadería.

„Vuestro fin. El que vosotros decidís.

„¿Y tú cuál decides, su desaparición? ¿La del toro y la del sitio donde se cría? ¿Compensa ese objetivo de impedir lo que tú consideras tal tortura? Por cierto: que el mismo fin tienen los animales del matadero.

„Un matadero está regulado para causar el mínimo daño y sufrimiento al animal.

„¿Y cuando se hace el paté? ¿O el marisco, que lo hierven vivo? ¿O la matanza del cerdo? Es que al final llegarás a eso. ¿Nos lo cargamos todo? ¿Y el sufrimiento previo al matadero? Hacinados, transportados de esa manera. ¿Te da igual? Aquí, lo que tú llamas maltrato son veinte minutos. Al animal de matadero se lo maltrata desde que nace hasta que lo matan. ¿Por qué te obcecas con el toro y no con el resto de la cadena alimentaria?

„Allí no hay disfrute público. No hay espectáculo. Nadie se regodea del sufrimiento.

Último aviso de la autoridad competente. El debate llega al final. Aquí nadie entra a matar ni saca pancarta. Ambos miran al futuro. Empieza el activista. Remata el empresario.

„Cada día que pasa estamos más cerca de que estos espectáculos dejen de celebrarse. Sería muy bonito pertenecer a la generación que consiguió que este espectáculo terminara para siempre. Me haría mucha ilusión que ése fuera nuestro legado.

„A él le parece muy bonito. Pues a mí me parece muy triste que una persona como él, a la que veo educada, culta y con la que tendré muchos puntos en común, le parezca bonito acabar con la libertad y con parte de la cultura y la historia de todo un pueblo.

El encuentro acaba. Se dan la mano con exquisitas maneras. Uno se queda en la plaza. El otro no quiere saber nada de ella.

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