La plataforma valenciana Cronoshare ha iniciado el año dando el salto internacional tras generar un volumen de negocio en España de 2,7 millones de euros en 2015. La startup pone en contacto a profesionales que prestan todo tipo de servicios con clientes potenciales. La empresa dispone de una bolsa de más de 240.000 profesionales y más de noventa mil clientes. La compañía ha doblado en el último año el número de operaciones y sus responsables confían en operar en veinte países en 2017. La firma nació inicialmente como un intercambiador gratuito de servicios, pero sus fundadores le dieron un giro para hacerla rentable. Los business angels están convencidos de que Cronoshare, que ahora prepara una ronda de inversión de un millón de euros, es una apuesta segura.
El proyecto nació en 2012 de la mano de tres licenciados de Ingeniería Informática de la Universitat Politècnica de Valencia. Los emprendedores presentaron su proyecto en la tercera edición del Startup Weekend de Valencia, una cita que aúna a inversores con distintas propuestas de negocio. Juan Pablo Cloquell, uno de los tres fundadores y CEO de la compañía, precisó que la idea inicial era crear un banco de tiempo en el que las personas intercambiaban servicios ofreciendo horas de trabajo. «Monté la empresa con Carlos Alcarria y Daniel Samper. Nos seleccionaron en el Startup Weekend y entramos en la lanzadera BBooster, que fue donde pivotamos hacia nuestro modelo actual de negocio de contratación de servicios de proximidad. La idea inicial se nos ocurrió porque nosotros mismos necesitábamos conseguir servicios a bajo coste o gratuitos. Cuando fuimos a ponerla en práctica nos dimos cuenta de que era muy difícil monetizarla y la adaptamos», señaló Cloquell.
El responsable de la empresa añadió que ofrecen todo tipo de servicios. «Desde clases particulares a empleadas del hogar, niñeras, cuidadores de ancianos o servicio de peluquería a domicilio». Juan Pablo Cloquell apuntó que han tenido que hacer frente a pedidos «complicados» como una paella gigante para más de cien personas o una fiesta de mariachis en la sierra de Madrid. «Algunos servicios son complicados, pero tenemos acuerdos con empresas que nos los facilitan», aclaró el ejecutivo de la compañía.
La plataforma de internet de Cronoshare ofrece a sus clientes un perfil detallado de los profesionales y un listado histórico de los comentarios de los trabajos anteriores. La empresa solo cobra a los profesiones que ofertan sus servicios una comisión que ronda el 7,5 %. «Lo que hacemos es cobrar al profesional una pequeña cuota por la posibilidad de contactar con clientes potenciales», indicó Cloquell. Para verificar el servicio, la plataforma sigue el rastro de cada petición y la web pregunta al cliente sobre la «profesionalidad, puntualidad y trato recibido». La compañía cerró 2014 con 27.000 servicios contratados y el año pasado superó los 60.000. La empresa ya ha entrado en el mercado italiano con una web idéntica a la española y sus objetivos son consolidarse a lo largo de 2016 en Portugal, Brasil, Francia, Reino Unido y Alemania. La firma tiene ahora seis trabajadores y confía cerrar el año con diecinueve. El plan de negocio trazado prevé alcanzar los cuarenta trabajadores en 2017 tras entrar en una veintena de países.
