Justo cuando los precios de las naranjas en el campo comenzaban a repuntar en relación a la pasada campaña y había mayor alegría compradora, han proliferado y aumentado los robos en las principales zonas productoras de la Comunitat Valenciana, donde algunas de sus comarcas están siendo saqueadas. Se trata de una circunstancia que provoca en el agricultor rabia e impotencia al ver como el sudor de todo un año desaparece del árbol y las expectativas generadas a lo largo de la temporada se desvanecen.

La verdad es que los sufridos agricultores nos conformamos con bien poco. Teníamos una merma de cosecha del 22 % de media en todas las especies y del 20 % por lo que se refiere a naranja que es lo que principalmente se viene recolectando en estos momentos en gran parte de la explotaciones de la Comunitat Valenciana. Pero al ver que los precios eran mejores que estas últimas campañas ya casi nos resignábamos y conformábamos con una cosa por la otra.

Pero ahora viene el mazazo de los robos. Si se paga mejor la naranja tanto para fresco como para industria pues se incrementan los robos, el caso es tener siempre el ay en el cuerpo. Cuando no es el precio, es el clima y cuando no lo robos. A perro flaco todo son pulgas.

Prestaciones de seguridad

Las partidas rurales tienen el mismo derecho que las zonas urbanas. Todos pagamos nuestros impuestos y por tanto todos tenemos derecho a recibir prestaciones, como en este caso en materia de seguridad. ¿O es que a los habitantes de las zonas rurales, a los agricultores, sólo se nos quiere para tener obligaciones pero no derechos? Desde La Unió de Llauradors ya hemos trasladado a la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana y a la Guardia Civil este aumento de los robos en los campos de cutivo de la autonomía y les hemos solicitado que se coordinen las fuerzas de seguridad del Estado y la policía local de los diversos municipios para que extremen las labores de vigilancia con objeto de evitar y persuadir estos robos.

Debería haber más vigilancia en los campos para alertar de la presencia de vehículos sospechosos y también deberían inspeccionarse también almacenes e industrias citrícolas (en este caso, la fruta normalmente no entra alicatada, como es el caso de la fruta robada) para comprobar la procedencia de la fruta que entra en los mismos. Y a los agricultores les instamos a que denuncien al 062 cualquier robo o sospecha porque de lo contrario no se contemplan en las estadísticas. Y ya sabemos como se las gastan nuestros gobernantes con los datos.