El Ayuntamiento de Valencia ha dado un giro a Las Naves para convertir el centro de la calle Juan Verdeguer en un polo de atracción de startups que generen empleo y soluciones sostenibles para la ciudad. El centro surge de la fusión de las antiguas instituciones InnDea València y Valencia Crea, y va a gestionar las políticas de innovación del Ayuntamiento de Valencia. La nueva marca aglutina el continente, el propio edificio de Las Naves, y el contenido. El objetivo es que Las Naves sea la sede de hasta una treintena de startups en proceso de aceleración centradas en cinco sectores claves: movilidad, energía, salud, agroalimentación y cultura. El director general de Las Naves, Rafael Monterde, avanzó que en febrero van a lanzar una convocatoria para atraer el talento innovador al centro. La idea es que las startups que se instalen en Las Naves estén de media un año y los emprendedores se podrán beneficiar de iniciativas municipales como la misión del pasado mes de junio a Londres para conocer de primera mano el ecosistema emprendedor de la capital británica.

Jordi Peris, concejal de Innovación del Ayuntamiento de Valencia, explicó que el objetivo es que Las Naves vaya más del apoyo de iniciativas económicas privadas de emprendedores que buscan lanzar su startup y se centre en ayudar a las empresas emergentes que «buscan solucionar los problemas de los ciudadanos. Pensamos en una innovación enfocada en resolver los problemas de la gente». Rafa Monterde recordó que en Valencia ya hay siete aceleradoras por lo que, en su opinión, no tiene sentido que el ayuntamiento se limite a hacer lo mismo para apoyar a los emprendedores. «Hasta ahora en Las Naves teníamos un espacio de trabajo muy generalista. Cualquier tipo de negocio cabía aquí. Ahora lo hemos orientado más hacia la innovación urbana. Ya tenemos startups centradas en proyectos de integración social».

Las startups instaladas en Las Naves enfocadas a la innovación social son Bicicletas durmientes (una empresa que promueve la instalación de aparcamientos nocturnos seguros para bicis), Capazia (una aceleradora de proyectos liderados por personas con diversidad funcional), Dressfy (una startup que propone alternativas a la compra de ropa de las multinacionales), Pixel XL y Rural Dev. Además, también trabajan en la sede de Juan Verdeguer las empresas emergentes Tespack (una firma finlandesa que produce productos como mochiles capaces de aprovechar la energía solar), Apoyándote, Barkibu, General Drones, Sales Layer, VistuaFlow, W7OS y WhatdTV. La media de edad de los emprendedores instalados en Las Naves es de treinta años y proceden de 21 países.

Rafael Monterde precisó que la convocatoria que van a lanzar en febrero va a ser permanente ya que a diferencia de las aceleradoras tradicionales no harán llamamientos periódicos cada seis meses o cada año. «Si las propuestas encajan con el modelo de Las Naves, les daremos la oportunidad de desarrollar sus proyectos. Queremos que la estancia no sea tan flexibles como ahora porque algunas startups llevan con nosotros tres años», precisó Monterde. Las startups que lleguen a Las Naves no tendrán que pagar nada, pero tampoco recibirán subvenciones. «Nosotros les vamos a proporcionar el espacio físico, mentorías y el acceso a misiones internacionales. Podemos llegar a acoger hasta treinta startups, aunque dependerá del tamaño de los grupos», puntualizó.

Jordi Peris y Rafael Monterde están convencidos de que «hay mercado» para este tipo de startups «especializadas en los retos que tienen los municipios» como los problemas movilidad o la integración laboral de determinados sectores de la población.