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El ´boom´ turístico dispara la fiebre hotelera en València

La ciudad recibe 20 peticiones de licencia para nuevos locales. El negocio bulle al calor de las cifras récord por el viento de cola internacional y la saturación de destinos como Barcelona

La cadena valenciana Myr abrirá en la plaza de Manises el sexto holte de cinco estrellas en València. Miguel Ángel Montesinos

n Hace unas semanas, el número dos del gigante europeo de los vuelos de bajo coste Ryanair, David O´Brien, lanzaba un reto a València: «Dublín, una ciudad de tamaño similar, tiene un tráfico anual de 26 millones de pasajeros. Las opciones de crecimiento de València son reales». O´Brien sabe de lo que habla. Ryanair lleva años como primer operador en Manises y es uno de los canalizadores del incremento espectacular del turismo en la ciudad. Controla uno de cada tres pasajeros que pasan por aquí. Y la compañía, como todas, ha redoblado la apuesta de València más allá del verano. El próximo invierno operará 40 rutas. Y los extranjeros llenan los aviones. València ya es un destino turístico desestacionalizado. Este enero, el número de visitantes extranjeros se ha disparado un 26,2%.

Primero están los viajeros; tras ellos, las aerolíneas, y cuando la demanda es sólida, la oferta de servicios y alojamientos. En solo dos años el Ayuntamiento de València ha recibido 19 solicitudes de licencia de actividad para el establecimiento de hoteles, pensiones y otro tipo de edificios de alojamientos.

El mercado del terciario hotelero se agita en la ciudad. Hay dinero buscando bolsillos. Patrimonios locales, pequeñas cadenas e inmobiliarias hasta hace poco centradas en otros modelos se están sumergiendo en el negocio turístico. Y junto al boom hotelero, una proliferación imparable de nuevos alojamientos bajo el formato de moda: los apartamentos turísticos.

Un reciente informe de Unión Hotelera (UHPV) cifra la oferta actual en alojamientos hoteleros en 18.739 plazas. El gran crecimiento de alojamiento ha venido de la mano de las plataformas tipo airbnb. Conflictos legales y vecinales al margen, las cifras confirman la explosión del fenómeno: entre 2008 y 2016 el número de plazas en viviendas ha pasado de 1.442 a 14.630 en 2016.

Las magnitudes en la ciudad este 2016 son de récord incontestable: visitaron la ciudad 1.907.843 viajeros, la cifra más alta registrada hasta el momento. Con ello, el número de pernoctaciones de turistas extranjeros se ha disparado un 16% hasta los 2,75 millones. Italia sigue siendo el principal mercado emisor, con 521.282 millones, un 8,4% más; pero mercados como Holanda (338.108 viajeros, +31,8%); Reino Unido (+26,9%); Bélgica (+25,7%) o el apreciado mercado norteamericano (+15,4%) están cada vez más presentes en la ciudad.

Con el boom turístico, la fiebre hotelera no está siendo el único impacto económico. Grandes cadenas de moda o de comida están apostando por el centro. «Hay muchos proyectos e intentamos darles salida lo más rápido posible. Cuando ves que las cadenas se interesan por la ciudad algo quiere decir. Primark, Hard Rock llegan al centro, Inditex se queda un edificio..., la apuesta por Valencia es importante y quieren asociar su imagen de marca aquí: no se invierte en una ciudad perdedora», celebra Carlos Galiana, concejal de Comercio responsable de las licencias de actividades.

Un nuevo relato: la ciudad para vivir

Pero, ¿qué está pasando con València? El fenómeno puede explicarse por una confluencia de factores, como la inseguridad en Oriente medio y el desvío de turistas a este lado del Mediterráneo; el ciclo económico expansivo global con récord mundial de turistas; los precios bajos de València, su buen clima y mar, o la mejora de la conectividad internacional por las apuestas de las aerolíneas de bajo coste. «Hay que añadir un factor a esos: la saturación de destinos competidores como Barcelona», apunta Toni Bernabé, director de Turismo València. «València puede ser percibida como parecida a Barcelona, pero es más auténtica, más cómoda para visitar. Y el trabajo de las empresas y el ayuntamiento cala: cada años hay cientos de reportajes en medios de todo el mundo», añade.

¿Está de moda València? «Hay dinámicas que tienen efecto con el paso del tiempo. Tenemos datos que confirman que el boca a boca suma. La satisfacción crece conforme pasan más días. El turista repite», valora Ramón Marrades, director estratégico del Consorcio Valencia 2007.

«Hubo una política muy fuerte ligada a los grandes eventos que tuvo impacto en el posicionamiento de la ciudad, pero mucho relato ha ido al margen de ella. Tiene más que ver con los erasmus, el público más joven, los emprendedores que vienen a trabajar. Somos destino de mucha gente que quisiera vivir aquí. La política turística de la administración ha reaccionado a eso, y se busca en ese segmento, en el lado experiencial, en vivir como un local», concluye el economista.

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