Enric Nomededéu (Reus, 1961) es licenciado en Relaciones Industriales por la Universidad de Alcalá de Henares, diplomado en Relaciones Laborales por la de València y licenciado en Ciencias del Trabajo por la Jaume I. Trabajó en el ámbito privado como asesor laboral y ha sido vicealcalde de Castelló en tiempos del Partido Popular. En declaraciones a Levante-EMV hace balance de su gestión tras casi un año al frente de la secretaría autonómica de Empleo después de su convulso desembarco debido a tensiones internas en la conselleria de Economía. Como máximo responsable del Servicio Valenciano de Empleo y Formación (Servef) Nomdedéu sostiene que su objetivo es hacer de este organismo de 1.600 empleados un ente más eficiente en la intermediación laboral y adecuar planes de formación a las necesidades reales del mercado y de las demandas de las empresas. Reconoce que el Servef tiene «demasiados» interinos: un 46 %.

P ¿Cree que la ciudadanía y los desempleados perciben algún cambio en el funcionamiento, atención y organización de las oficinas de Empleo desde el cambio del Consell en en mayo de 2015?

R Los sabremos en breve. El nuevo equipo ha optado por territorializar las políticas activas de empleo, proteger a los colectivos más desprotegidos y cambiar su estructura. Tendremos una evaluación interna y externa, a través de una licitación, por la que una entidad nos dirán lo que estamos haciendo bien, mal y en qué podemos mejorar. Será un resultado científico.

P Pero ya han pasado dos años...

R No es tarde. Obedece a una estrategia de este Gobierno, consciente de que el tema de la ocupación es clave. Durante el primer año tuvimos que revisar todas las órdenes de empleo y formación. Eso llevó su tiempo. En cualquier caso tenemos algunos datos que nos permiten decir que la percepción de la ciudadanía sobre este servicio público ha mejorado. Por ejemplo, cada vez se ajusta más el número de personas inscritas en el Servef; es decir de los demandantes de empleo con los que realmente quieren trabajar. Hasta ahora teníamos listas a finales de mes que podían constatar que bajaba el desempleo aunque es porque un elevado porcentaje se va porque no se les hacía caso y no consideran útil el Servef. Los datos entre la EPA y del Servef se aproximan.

P Su programa estrella son los llamados «Avalem». El de jóvenes para 2016 disponía de un presupuesto de 3 millones de euros y se realizaron tan sólo cien contratos.

R Si un programa no funciona bien es razonable analizar qué ha pasado y ajustar la dotación presupuestaria para la próxima edición. Es mejor no dejar dinero por ejecutar. Lo que hemos hecho es hablar con las empresas y descubrir cuáles eran las debilidades. ¿Por qué si ofrecemos ayudas de 8.000 ó 9.000 euros no se contrata a jóvenes? El problema es que se pueden enviar personas sin experiencia profesional o que pueden resultar poco productivas. La solución es adaptar la formación profesional a necesidades mediante algún tipo de tutorización y de vigilancia del Servef. Este programa sí puede acabar de cuajar con el llamado Avalem Joves Plus, a través de las estructuras de los ayuntamientos, que es para el mismo público con contratos de siete o doce meses.

P Estos jóvenes en ningún caso van a poder tener continuidad en los Ayuntamientos dado que éstos están sujetos a la normativa de la función pública. ¿No cree que podría interpretarse esta medida de electoralista para atraer el voto de los jóvenes?

R No se trata de sustituir funcionarios y están incluidos los ayuntamientos de todos los colores. Los jóvenes pueden adquirir más experiencia porque ya no están tres meses como antes en los que no les daba tiempo a nada y tan sólo se dedicaban a hacer fotocopias. En definitiva, habrá más contratos. También Madrid ha entendido que uno de los problemas que teníamos en el Plan de Garantía Juvenil es lo complicado de formar parte de esa estructura administrativa. La inscripción en la web era muy complicada tanto en España como en media Europa y ahora eso es más fácil porque la inscripción la hace el propio Servef y se han facilitado las condiciones de acceso por parte de la administración central. Por eso hemos pasado de 4.000 jóvenes inscritos cuando llegamos al Consell a 32.500 personas

P ¿Y qué espera conseguir con el «Avalem Territori»?

R Desarrollar la ciencia es nuestra manera de trabajar. Vamos a aprovechar la estructura ya creada a través de los pactos territoriales por el empleo con la tutela de universidades, empresarios y agentes sociales para que diagnostiquen las necesidades laborales de cada territorio. Que digan qué quieren ser de mayor. No podemos dar la misma formación en l'Alcoià que en l`Horta. El café para todos en formación se ha acabado.

P¿ C0labora con los empresarios?

R La cooperación es buena. Incluso tenemos una selección de grandes empresas: Stadler, Consum, Dulcesol, Embutidos Martínez y SPB, entre otras, para formar los perfiles que necesiten. Este acuerdo se pueda extender a otras compañías. Hay acuerdos de formación a la carta. Nuestros técnicos ya se reúnen con responsables de formación de compañías. Por otro lado, se han realizado 170.000 acciones de orientación y formación para la gente de menos de 30 años. Y se pone un programa nuevo como los talleres de ocupación, que habían desaparecido enfocado a los barrios y distritos con mayores dificultades. Hay empresas que se van a Cáceres para buscar soldadores porque no los encuentran en la Comunitat Valenciana. Eso no puede ser.

P La formación es uno de los grandes retos del Servef. En 2016 los cursos se iniciaron en el mes de noviembre, lo que generó un profundo malestar entre los desempleados e incluso protestas desde las oficinas de Empleo y Centros de Formación. ¿Cómo explica que en 2017 el inicio de los cursos lleven un retraso de seis meses?

R Algo ha mejorado. La Administración es complicada. Debemos tener en cuenta que en este sector se han producido muchas disfunciones y debemos estar vigilantes. ¿Qué pasó el primer año? Cuando llegó el primer equipo al Servef revisó las órdenes. Si el año que viene lo podemos cerrar en abril, mejor. Además, el Instituto Valenciano de Finanzas, en labores de banca pública social, también apoya ya al sector de las empresas e instituciones colaboradoras del Servef.

P ¿Qué grado de ejecución de los Presupuestos del Servef está en condiciones de asegurar que se cumplirá en 2017 ?

R No me gusta hacer pronóstico. Mejorará aunque tenemos un problema. Son fondos finalistas que sirven para casos concretos y algunas de las propuestas de ayudas y programas, tal como he expuesto a la Ministra de Empleo, Fátima Báñez, no ha sido suficientemente evaluadas y no podemos gastar el dinero de la Unión Europea donde no funciona. Lo que certifica el Ministerio es lo que se puede ofrecer. Sin certificación profesional no se puede organizar un curso y a veces ese proceso puede durar más dos años. Las empresas te piden cosas que cuando sale la certificación ya no las necesitan. Por ejemplo, en el azulejo, donde las tecnologías evolucionan muy rápido. La solución es tener un Instituto de Acreditaciones propio, participado también por Educación. Por lo menos, aquí, en la Comunitat Valenciana, podrán trabajar.

P ¿Mantendrá colaboración público-privada, a través de las agencias de colocación y con fondos procedentes del Servicio Estatal Público de Empleo (SEPE)?

R El acuerdo firmado en otros tiempos mantiene una línea económica para esta partida. Las agencias privadas deben llegar donde nosotros no podamos llegar. Pero nosotros tenemos la mejor red de oficinas y por eso queremos ofrecer todo el servicio. El PP impulsaba esa colaboración para la parte privada asumiera más servicios que el sector público. Esa no es nuestra política porque queremos competir y ganarlos. Defendemos lo público.

P Los servicios públicos de Empleo sólo logran colocar alrededor del 3 % de las demandas de empleo.

R Porque nos dedicamos a los colectivos con más dificultades y porque ha cambiado el mercado. Las empresas tienen muchos currículos acumulados tras la crisis económica. Ha aparecido Linkedin y otras redes sociales y se acude menos a las oficinas de Empleo. Nuestra web 2.0 ha mejorado. El 70 % de los parados busca empleos que no coinciden con su cualificación y aspiraciones. La figura del orientador resulta clave para descubrir habilidades y cualidades de los parados.

P A la vista de la gestión de los recursos de la formación profesional de organizaciones patronales como la CEC, de Castelló, o la Coepa, Alicante, parece que faltan más mecanismos de control, ¿no le parece?

R Hacen falta más mecanismos y los hemos puestos en marcha. La metodología de control es mayor y existen auditorías a fondo. Hemos sido más estrictos a pesar de ir justos de personal. Aquí se perdieron más de 40 millones de euros de ayudas de la UE cuando llegó este Gobierno y después de muchas negociaciones se consiguieron recuperar. Ahora nos vigilan más. Tenemos más seguridad jurídica y es difícil encontrar anomalías ahora en una organización patronal u otra.

P ¿Cómo es la relación con el conseller Climent? Vd. llegó a la conselleria en tiempos convulsos hace un año sin el visto bueno del que fuera jefe de gabinete, Rafa Carbonell. Dijo que sería una lástima llegar al cargo con una parte del partido en contra.

R Las relaciones son buenas. Ese debate ya se ha superado y se cerró bien. En lo personal no me interesa. Fue una cosa interna del partido que me tocó a mí como podría haber tocado a cualquier otro. En el ámbito público es donde deben evaluar nuestro trabajo.

P ¿Deben elegir cargos los partidos o la Generalitat?

R Es complicado. La Generalitat forma estructuras pero los partidos tienen algo que hacer y aportar perfiles en función de competencias y capacidad de gestión. Para ocupar un cargo en Sanidad no hay por qué ser médico. Los partidos políticos que sustentan el Consell tienen que aportar cargos.

P ¿Cómo se explica que el Servef sea el único de los más importantes organismos de la Generalitat que no tiene aprobado su nuevo Reglamento Orgánico de Funcionamiento (ROF) tras el cambio del Consell y sigue funcionando con el Reglamento del Consell del PP Alberto Fabra?

R Estamos en los pasos finales. Se trata de un espacio muy sensible porque negocias con personas que tienen necesidades importantes y ha habido que hablar con todos los estamentos de la casa, tanto los de arriba como los de abajo, como los auxiliares administrativos. Eso lleva su tiempo. Es un proceso más lento que otras dependencias de la Generalitat. Aquí han participado sindicatos, patronal y personal propio. Espero que este año esté concluido.

P El número de parados valencianos registrados es de 411.917 personas. La tasa de paro se sitúa en torno al 19 %. ¿Cómo quedará a final de la legislatura?

R El secretario autonómico no juega a la lotería. Se ha roto la barrera psicológica del paro del 20 % aunque no estamos contentos de que 65.000 familias carezcan de ingresos.

P ¿Qué piensa de la reforma de la estiba?

R Es un sector estratégico para la Comunitat Valenciana porque nuestros puertos son claves para el comercio exterior. Soy la máxima autoridad laboral en la autonomía y no puedo pronunciarme ante el futuro laboral porque soy el que firmo expedientes de regulación de empleo. Paralelamente, pienso que en el sector del mar, el llamado empleo azul, y en sus sectores auxiliares tienen muchas posibilidades de generar ocupaciones.