En general, tendemos a categorizar las cosas entre dos opciones, de manera simplista. ¿Preferimos perros o gatos, coches o motos, IOS o Windows? En el mundo financiero la división clásica es ahorrador o inversor. ¿Podemos responder cada uno de nosotros a esta pregunta? Cuando nos ponemos en primera persona ante el dilema, vemos que las cosas no son sólo blancas o negras, sino tal vez grises En realidad, lo normal es que a veces actuemos como ahorrador y otras como inversor.
Si no sabe aún como calificarse, tal vez esto le sirva de ayuda. Vamos a suponer que se encuentra con un dinero inesperado, un premio de la lotería de Navidad, por ejemplo. ¿Preferiría depositarlo en el banco y mantenerlo allí por si en el futuro tuviera que afrontar gastos extraordinarios, o tomaría la mayor parte de ese dinero para iniciar un negocio, adquirir un inmueble, unas acciones o bonos, con la intención de incrementar la cantidad recibida?
Ante esas opciones, tendemos a actuar de manera subjetiva e irreflexiva, en base a impulsos. No obstante, sería un buen momento para pensar con calma y decidir. Si nos decantamos por el ahorro puro, sin riesgo, nuestra rentabilidad nominal será prácticamente nula, pero la real será claramente negativa, es decir, en vez de ahorrar, vamos perdiendo patrimonio con el paso del tiempo, por los impuestos y la inflación. Si nos decidimos por invertir, el riesgo será mayor y el dinero quedará inmovilizado más tiempo, pero la rentabilidad es potencialmente mucho mayor y podremos incrementar la cantidad de la que partimos.
Fidelidad
Con nuestro patrimonio, seamos siempre fieles a nuestro perfil. No es necesario ser blanco o negro. Podemos ser gris, tener una parte de nuestra cartera más liquida y conservadora y otra más a largo plazo y con mayor riesgo. Elegir esos activos en los que invertir, saber combinarlos con éxito, y decidir cuándo salir o entrar puede no ser fácil. Pero es la clave para obtener rentabilidad real positiva. Y como siempre les digo en esta tribuna, en caso de duda, consulten a su asesor financiero.
