Ana Rosa Quintana ha vuelto para presentar la decimocuarta temporada del programa que lleva su nombre y, lejos de pensar en una retirada, afirma que «mientras el público quiera» y «el cuerpo aguante» continuará en la televisión. Reconoce que le gusta volver a la calle de reportera, tal y como ha hecho en agosto con motivo de los atentados de Cataluña. Niega que su programa fuera sensacionalista esos días y asegura que fue «muy respetuoso» con todo lo que estaba pasando.

PInterrumpió sus vacaciones para estar al día siguiente de los atentados de Cataluña en Las Ramblas, ¿sigue teniendo alma de reportera?

R Hace unos años empezamos en Gaza y también estuvimos en los atentados de París. Cuando hay un tema importante y hay que reforzar pues voy de reportera. Volver a la calle otra vez me encanta.

P¿Qué tiene que decir sobre algunas acusaciones de sensacionalismo a su programa que se hicieron esos días?

R No es verdad. Nuestro programa, y creo que lo dijo en varias ocasiones el presentador Joaquín Prat, no emitió ninguna imagen que pudiera ser dura ni que pudiera alentar a los terroristas. Creo que hicimos un programa muy respetuoso y estupendo.

P Este verano se ha seguido tratando en su programa la situación en Venezuela. ¿Seguirá teniendo su espacio?

R Mis compañeros han estado en verano poniendo reportajes para contar lo que está pasando. Es una barbaridad tan grande, en un país que era una democracia, que esté ocurriendo lo que está ocurriendo, en el siglo XXI. Es incomprensible que la población esté pasando carencias de todo tipo, sobre todo de libertad.

P La violencia machista es otro tema hacia el que su programa muestra especial sensibilidad.

R Ya hace veinte años, con el programa «Sabor a ti», hemos tratado los malos tratos, cuando eran algo escondido y las mujeres no lo denunciaban. Reunimos 500.000 firmas que llevamos al Congreso. Es un tema que personalmente llevo tratando los últimos veinte años, incluso en una época en la que nos criticaban por ello, hay que recordarlo. Y vamos a seguir.

P Su programa arrancó con la historia de María José Carrascosa.

R Tuvimos mucho material del reencuentro con su familia. La directora del programa, Andrea Olivas, y yo lloramos a moco tendido viendo las imágenes. Hemos apostado como todos los años por los temas de actualidad. El pasado fue la política y desafortunadamente en este los temas están relacionados con madres. Además de Carrascosa, que ha estado ocho años en una cárcel de Estados Unidos, tuvimos el caso de Juana Rivas, que estamos viviendo una historia parecida. Si dentro de quince días el personaje es del mundo rosa pues apostaremos por eso. Hacemos el programa cada día, no tenemos una idea preconcebida, vamos con la actualidad.

P ¿Vive pendiente de las audiencias?

R Claro. Al final esto es la televisión, siempre se depende de la publicidad y esta de las audiencias. Es como la pescadilla que se muerde la cola. Mis compañeros han hecho un programa del verano excepcional, han ganado todos los días, semanas y meses, con una media en julio de más del 17 % de cuota de pantalla y en agosto, mes más difícil, de más del 16 %. En verano veía las audiencias cuando me despertaba y he seguido el programa y los temas.

P Ha decidido desligarse de Cuarzo Producciones, compañía que fundó en 2000. ¿Por qué?

R He ido vendiendo las acciones poco a poco. Sigo siendo consejera delegada hasta noviembre. Ya tengo bastante ser presentadora y editora del programa (trabajan unas cincuenta personas de Cuarzo más los colaboradores especialistas de otros medios que salen en pantalla y la parte técnica de Telecinco) y con dos hijos preadolescentes. Cuando el piloto se enciende yo estoy a lo que tengo que estar y la directora es la que lleva la batuta.

P ¿Está pensando en una jubilación de la televisión?

R No, de momento no. Aunque esto nunca se sabe. En la tele hoy estás y mañana no. Pero en principio hemos liderado trece temporadas y sería una traición a la gente que ha confiado en nosotros durante trece años. Mientras el público quiera yo voy a seguir y el cuerpo aguante.