Hay partidos que marcan un antes y un después en la carrera de un futbolista. Y el entrañable estadio de Vallecas siempre estará en el recuerdo de Rodrigo de Paul, que aspira a recuperar la titularidad en el partido de hoy. Era el 4 de diciembre cuando Nuno pronunció su nombre por primera vez para formar parte del once titular después de vivir en el anonimato. Primero obligado tras recibir el castigo «sonado» de cuatro partidos en su efímero debut en liga, luego, porque le costó asimilar su poca participación en un Valencia CF que iba a una velocidad endiablada por la liga. Hasta que llegó el partido de Copa. Marcó el gol del triunfo, y a partir de ahí, De Paul fue a más. Lo necesitaba, pero quiere más.

Nada más subir al autocar hubo un detalle que le marcó, cuando a un chico de 20 años recién llegado a Europa, le buscaron el «Tiburón» Negredo o Nico Otamendi, que querían fotografiarse con él para compartir su felicidad en las redes sociales. «Siempre están animándome y eso no lo olvida uno», apuntó el futbolista a la salida de Vallecas. Han pasado ya varios meses de aquella fría noche, pero De Paul recuerda también la emoción que sintió cuando cogió su teléfono móvil para hablar con su familia y escuchó: «Estamos orgullosos de ti, te lo mereces, nos hemos juntado todos a ver el partido». Su carácter alegre hace que sea uno de los jugadores más queridos, es el «dj» del vestuario, y aquella noche recibió abrazos sinceros y fuertes, los que necesitaba tras pasar momentos duros, como lo fue quedarse fuera de una convocatoria por decisión técnica por primera vez en su carrera. Lo tomó como un toque de atención, siempre en positivo.

A partir de ahí su aportación al equipo fue ´in crescendo´, al partido siguiente ante el Granada le regaló a Negredo un gol. Seis días después disfrutó de su primera titularidad en liga, también ante el Rayo en Mestalla, tras formar parte de la «revolución» de Copa unos días antes. Su continuidad el próximo curso, tal como le transmitió al club a su representante hace unos días, no está en duda y él es uno de los aspirantes a entrar hoy en la formación titular tras aprovechar los minutos que tuvo ante el Granada. Nuno Espirito cree que aporta más peligro por el centro que haciendo diagonales desde cualquiera de las bandas, aunque él está dispuesto a ayudar al equipo donde sea. Su participación no está siendo la que tenía en la «Academia» de Racing, pero él está absorbiendo todo lo que le está ofreciendo su primer curso en Europa. Con sólo 20 años, la Dirección Deportiva tiene muchas esperanzas en el futbolista argentino que Ayala no quiso dejar escapar.

Hoy retorna a Vallecas, donde comenzó a sonreír con la elástica blanquinegra tras varios «tortazos» en un inicio con el Valencia CF difícil para él. Con una gorra llamativa diseñada a su gusto con el «10» y un balón de fútbol a su lado, De Paul aún tiene mucho que hablar en una historia que comenzó a brillar en el coliseo del Rayo.