Se define como un futbolista «trabajador, luchador y muy competitivo». Tres valores con los que ha crecido y que, sostiene, son los que le han traído al Valencia. Aderllan Santos está «muy feliz» de la aventura que acaba de iniciar en Valencia. Una etapa de la que, confiesa, se enteró por la prensa portuguesa mientras se entrenaba con el Sporting de Braga. «Desde que se concretó estoy feliz», definía tras asegurar que «en ningún momento» tuvo la opción de utilizar al Valencia como un equipo puente de camino al Mónaco.

Desde hace una semana, cuando se oficializó la contratación hasta el 30 de junio de 2020, Santos se entrena a las órdenes de Nuno. Un técnico que, según el central, le ha trasladado que está «muy feliz» con su llegada y le ha pedido una «adaptación muy rápida» al grupo y a la forma de jugar del equipo.

Por Aderllan, que entiende el castellano pero aún no lo habla, el Valencia pagó 9,5 millones de euros y a priori llega para ser el tercer central de la plantilla „por detrás de Mustafi y Abdennour„.

El jugador de 26 años no tiene «aún» claro el rol que va a desempeñar. «Hay cuatro centrales y cada uno tiene un perfil. Sé que tengo que trabajar mucho para conquistar mi sitio, pero es el míster el que debe decidir mi rol», asentía. «Para jugar hay que estar preparado y yo lo estoy. Ahora depende del míster. El primer día que firmé el contrato ya estaba preparado para jugar porque no paré de entrenarme; si cuenta conmigo, estoy preparado» reiteraba durante el acto realizado en la tienda oficial del Valencia.

En esta ocasión, quien dio la bienvenida al brasileño fue Kim Koh. «Te conocemos bien y teníamos muchas ganas de que vinieras», le dijo, mientras el jugador con la sonrisa congelada en la cara recibía sus primeros aplausos como valencianista. El central lucirá el dorsal 4, el mismo que, en una etapa de su carrera defendía Juan Cruz Sol, también presente en el acto. La responsabilidad del número, dijo Santos, no le va a pesar. «Voy a honrar al número e intentaré no decepcionar», apuntaba el central que tiene a Fabián Ayala como una de sus referencias.

El defensa, casado y padre de un niño, asegura que ve cumplido «un sueño». «Estar aquí significa mucho. Para mi era un sueño representar a un gran club a un nivel mundial y ahora puedo conquistar ese objetivo», se sinceraba tras definirse hasta, en cinco ocasiones, como un «luchador». Como no, en el acto de presentación, el central tuvo que estrenarse con el valenciano y con el grito de guerra de la afición. «Amunt València», gritó. Ganas „entonación incluida„ le puso. Por la tarde, el jugador entrenó con sus compañeros. Ahora ya espera el debut.