Necesitado de estímulos, Nuno Espirito Santo espera contar con dos de sus piezas más desequilibrantes para el próximo encuentro ante el Málaga: con la velocidad y determinación de Pablo Piatti y José Luis Gayà. Los dos zurdos, con el parón de por medio, llegarán en óptimas condiciones al siguiente duelo en Mestalla, trascendente para alzar el vuelo en el campeonato liguero. Las sensaciones son buenas después de que ayer se reincorporasen por la tarde al trabajo con el resto del grupo.

Por la mañana ambos jugadores ya habían dado cuenta de su avanzada recuperación cuando se ejercitaron en solitario en la jaula.

La elevada producción goleadora del Valencia la pasada temporada „70 tantos en 38 partidos, casi a dos goles por encuentro„ la presión adelantada y agresiva era un signo distintivo del equipo, que resolvía los partidos saliendo en tromba y por la vía rápida. Ese factor sorpresa se ha perdido en la presente temporada, en la que no sólo ha descendido la eficacia anotadora sino también la generación de oportunidades.

Por segundo día consecutivo Nuno entrenó ayer en la ciudad deportiva sin internacionales y lesionados. Por la mañana, con los diez efectivos de campo y los dos guardametas „Yoel y Jaume„, organizó un partido modificado con medio campo con dos premisas muy claras: presión y primer toque. Es decir, intentar robar la pelota pronto y lo más cerca del área rival y decidir con posesiones cortas.

Al entrenador luso se le vio especialmente activo en la sesión de entrenamiento, animando y corrigiendo a sus jugadores, alto y claro. En las primeras jornadas de Liga al Valencia se la ha visto recuperar balones desde posiciones más retrasadas y sin tanta frecuencia, por lo que se dificultan las opciones de disparo. Con cuatro goles en siete partidos el Valencia acumula la peor sequía de cara a puerta de su historia en un arranque de campeonato.