El 7 de noviembre de 2015 el Valencia visitaba Balaídos con Nuno al borde del precipicio. Desde aquel viaje a Galicia, el equipo se ha convertido en uno de los peores de la categoría y más de 70 días después, la plantilla dirigida actualmente por Gary Neville todavía no ha conseguido una nueva victoria en Liga.

Los datos reflejan una realidad que se observa sobre el terreno de juego. Las estadísticas ponen en su sitio a un club que comparte números con equipos como Rayo Vallecano o Granada. Junto a ellos, el Valencia mantiene la peor racha de jornadas sin ganar (9), algo que ha provocado que cuando sólo se lleva un partido de la segunda vuelta, las posiciones Champions se consideren un imposible.

En la primera vuelta, el Granada de Sandoval estuvo desde el 30 de agosto (victoria frente al Getafe) hasta el 22 de noviembre (triunfo ante el Athletic), sin salir de un partido con los tres puntos. En Mestalla, Rayo y Valencia se vieron las caras con la obligación de vencer, algo que no hacían desde el 7 de noviembre, un dato negativo que siguen haciendo más grande.

La preocupación en el entorno del equipo es evidente. El adiós de Nuno, las lesiones, la llegada de un nuevo entrenador, la contratación de Suso García Pitarch como director deportivo... Son muchos los temas que han desviado la atención o que han conseguido que los focos no apuntaran de lleno sobre los resultados. Con la situación actual nada salva a un equipo que, desde que cambió de entrenador, no evoluciona. De hecho, el técnico británico presenta peores números comparado con lo que lograron sus homónimos en el banquillo.

Neville sólo ha conseguido cuatro puntos en los seis partidos ligueros que ha disputado. De hecho, la Copa es la única competición en la que ha vencido, ya que en su estreno en Champions ante el Olympique de Lyon también fue derrotado. Eusebio, tras el adiós de David Moyes, sumó ese primer triunfo a los pocos días de hacerse cargo del banquillo de la Real Sociedad ante el Sevilla de Emery.

La comparación con los otros dos técnicos que también han sumado seis choques evidencia la dinámica del equipo. La UD Las Palmas, próximo rival en Copa, y el Levante, ambos en la pelea por el descenso, sumaron un punto más que Neville con el cambio de entrenador. Quique Setién y Rubi mejoraron las cifras del británico, quien todavía hace referencia a la herencia recibida, pero la realidad es que el equipo tiene la obligación de ganar cuanto antes.

El Valencia se ha convertido, con estadísticas en la mano, en un equipo de la zona baja. Una plantilla que sufre por ganar y que concede goles con demasiada facilidad. Mientras, los días pasan y el crédito se agota.