Jaume Doménech se sentía ayer «más nervioso que si tuviera que jugar un partido». En un salón de plenos lleno hasta la bandera, el portero valencianista sintió el calor de todo su pueblo, Almenara, en la entrega del Baló d'Or por parte de Superdeporte como mejor jugador valenciano de la temporada.

El guardameta, que recibió el trofeo de su paisano y buen amigo José Vicente Forment, delantero valencianista en los años 70, fue agasajado también con un cálido discurso de la presidenta, Layhoon Chan, que llegó a definirlo como «un hijo»: «He pasado muchas horas con Jaume en la última semana porque hemos estado en viaje de Singapur, lo conozco tan bien que lo quiero como si fuera un hijo. No es solo un muy buen jugador sino que además es una grandísima persona. Tiene todas las cualidades y los valores para ser un gran ejemplo para todos los chavales y los niños de Almenara. Quiero felicitar de corazón a la madre de Jaume por tener un hijo tan extraordinario. Si continuas por este camino serás no solo un jugador del Valencia, serás un grandísimo jugador del Valencia. No pierdas nunca ese corazón de oro», indicó Layhoon, que se fundió en un abrazo con el portero, cuyo nombre fue coreado por la multitud.

El jugador, emocionado, agradeció el galardón: «El mayor premio que podría tener es el reconocimiento de mi pueblo. Me acuerdo de mi madre, de lo que hemos luchado para estar aquí, de mi novia, de mis amigos. Quiero dar las gracias al Valencia porque estoy viviendo mi sueño. Sin este club tan grande que tenemos no estaría aquí», señaló. «Es un honor tener a nuestra presidenta, he tenido el placer de estar con ella en Singapur, es una bellísima persona. Hemos interiorizado el proyecto, son muy buena gente, tenemos unos grandes propietarios y vamos a construir un Valencia ganador, cueste lo que cueste», añadió.