Los últimos días de Álvaro Negredo en el Valencia se tensan. Al delantero, que no entra en los planes del técnico Pako Ayestarán y al que se le busca una salida, se le ha abierto un expediente sancionador por parte del club después de que concediese una entrevista radiofónica sin el consentimiento y el conocimiento previos de la entidad. En dicha entrevista, concedida a la Cadena Ser, Negredo confirmaba que el Valencia le había comunicado que debía buscarse equipo.

«El Valencia ha sido elegante conmigo, no tengo nada que echarle en cara. El mes de diciembre no fue el mejor momento para salir, ya que quería seguir demostrando para devolver la confianza que tenían en mí. Hay que asumirlo y buscar otra cosa. Percibo que se ha acabado mi etapa en el Valencia, el club así me lo ha comunicado», expresó el atacante, de 30 años, en la citada entrevista. Desde el Valencia se asegura que esa revelación pública del jugador entorpece las posibilidades de encontrarle una salida. No obstante, la maniobra también debe interpretarse como una medida de fuerza del club para que el jugador también acelere su marcha de la entidad. El Valencia necesita contar con los ingresos de la venta de Negredo para poder reforzarse en el mercado estival.

Cabe recordar que Negredo ya descartó la posibilidad de marcharse a la liga china, donde le ofrecían al Valencia una cifra de 10 millones. Probablemente la oferta más generosa que encuentre en el mercado para recuperar parte de la inversión puesta en el delantero, comprado hace dos campañas al Manchester City por 30 millones de euros. El Valencia ya ha buscado destino a Negredo y una de las primeras posibilidades exploradas fue la liga italiana, vista la excelente relación entre el grupo Doyen y el Milan. Sin embargo, el salario del jugador, que ronda los 8 millones de euros, frenó la posible operación. La intención del jugador, según informó Cope, es cerrar su futuro antes del regreso del equipo de las vacaciones, el próximo 4 de julio. Una de las alternativas que ha sonado en las últimas horas es la del Espanyol, cuya nueva propiedad china inyectará 150 millones.