Manolín Cuesta es una de las voces más autorizadas para hablar de Álvaro Medrán. El nombre de Cuesta, de 66 años, está ligado a la historia del fútbol cordobés. Fue máximo goleador de Segunda empatado con Santillana y también estrella del Espanyol de los años 70. Desde hace años es el presidente del Séneca CF, uno de los clubes más populares de Córdoba y para el que fichó, cuando era cadete, al nuevo fichaje valencianista.

El exdelantero andaluz no tiene dudas de que el Valencia es el club perfecto para que Medrán «se consolide en el fútbol». «El Valencia es el club idóneo. Es un equipo potente y con prestigio, pero sin tanta exigencia y presión como el Madrid o Barcelona. El Valencia, Villarreal o Sevilla le venían bien, pero creo que eligiendo al Valencia ha acertado de pleno», señala a Levante-EMV Cuesta, con un recuerdo nítido de los partidos que como atacante disputó «ante el Valencia de Sol y Claramunt», en un Mestalla del que siempre le sorprendía «la verticalidad» de la grada.

Cuesta defiende que los blanquinegros han fichado a Medrán en el momento perfecto: «Con la edad que tiene „22 años„ se va a cotizar. Que nadie dude de que Álvaro va al Valencia a ser protagonista. Desde que lo incorporamos en el Séneca ya intuíamos que iba a ser un futbolista importante, dejaba huella».

En el apartado técnico, el Valencia firma a un futbolista con muy buena técnica y un trato privilegiado con el balón: «Es un jugador al que le encanta intervenir en el fútbol del equipo, que la dirección pase por sus pies. La cualidad que más destacaría sería la de los cambios de ritmo. Recibe con la derecha y desplaza en largo con la izquierda, o al revés. Es su fuerte. Cuando su equipo tiene muchos jugadores volcados en una zona, encuentra soluciones con un pase perfecto hacia otro sector».

Un enfado con los técnicos del Córdoba de Francisco, su padre „empresario especializado en el prefabricado de bloques de hormigón para cubiertas, con oficinas en España, Francia y Portugal„, posibilitó la llegada de Medrán como cadete de primer año al Séneca, club con un convenio de colaboración con el Real Madrid. Su carácter tímido se transformaba en un futbolista con dotes de liderazgo, que no tardó en llamar la atención de los espías del Madrid. A pesar de la llamada del Bernabéu, a Medrán le costó decidirse. «Tuvimos que insistirle para que se fuera al Real Madrid. Me tuve que sentar con él para hacerle ver, desde mi experiencia de jugador en Primera, que era lo mejor para su futuro, que su fútbol se quedaba corto aquí. Le costó trabajo dar el paso, estaba muy arraigado a Córdoba. De carácter es reservado, pero su timidez no se nota en el campo. Está muy apegado a su gente, a su pueblo. Es muy cordial y todos los años viene a visitarnos, a ver a los chavales. Este verano aún no ha podido pasar».