Programar un partido a las cuatro de la tarde en plena ola de calor exponía el encuentro de ayer entre el Valencia y el Betis a un gran riesgo potencial para jugadores y espectadores, como acabó por confirmarse. José Luis Gayà se retiró antes del descanso, aturdido por un golpe de calor, mientras que un espectador tuvo que ser atendido a causa de una lipotimia. El jugador de Pedreguer no había descansado bien las últimas dos noches y fuentes cercanas al lateral confirmaron a Efe que había tenido algo de fiebre en los últimos días. Dada su ubicación en la banda izquierda del terreno de juego y al atacar el Valencia en la primera parte en la portería que recae en el fondo sur del estadio, Gayà tuvo que estar casi cuarenta y cinco minutos al sol con una temperatura de 30 grados.