Simone Zaza parecía un niño con zapatos nuevos. El delantero tuvo la oportunidad de volver a sentirse futbolista en el Valencia. El delantero, que estaba en el más puro ostracismo durante su cesión al West Ham, entró a falta de diez minutos en el encuentro del pasado sábado ante el Villarreal y se sintió doble feliz por el hecho de de saltar a un campo de fútbol y por la victoria de su equipo.

Zaza tuvo su recompensa en el minuto 80 de partido tras pasarse media hora calentando en la banda del estadio de la Cerámica. Voro le dio la oportunidad a falta de diez minutos y el italiano entró como «nueve» en el lugar de Santi Mina.

El futbolista tenía unas ganas locas de demostrar. Ya en los entrenamientos de Paterna había trabajado a conciencia para poder ayudar al equipo en el menor tiempo posible, y cuando saltó al campo lo hizo motivadísimo. A Zaza se le había visto muy concentrado en el banquillo. Pese su gorro y su bufanda, no se perdía una acción del encuentro. Y cuando saltó al campo lo hizo consciente de la importancia del envite, y tras haber visto cada acción de la defensa rival.

Sus ganas eran tantas que, en diez minutos escasos, se sintió protagonista. Quiso participar y ayudar en cada jugada. Y tuvo dos ocasiones de gol. Primero, tras un robo de balón, Zaza armó el contragolpe y acabó disparando sobre la portería de Sergio Asenjo. En la segunda oportunidad, al italiano le llegó un balón en largo de Gayà y se metió en el área para disparar desviado.

Es cierto que en ninguna de las ocasiones estuvo cerca de marcar el tercer tanto de su equipo, pero Zaza demostró que es un rematador y que tiene la portería rival entre ceja y ceja. Lo suyo es el remate. Y en cuanto tuvo la oportunidad, no se lo pensó dos veces y chutó.

Mario Suárez, que había entrado minutos antes que el italiano en el campo, se dedicó a corregirle movimientos para que mejorara sus prestaciones en el trabajo colectivo. Por lo visto durante el partido ante el Villarreal, Zaza no está en plena forma todavía, pero se confía en su concurso. Por el perfil del delantero italiano, todo apunta a que ofrecerá una mejor versión en Mestalla que fuera de casa.