Atrás han quedado aquellos años en los que el Valencia ganaba en el Camp Nou con diez jugadores y tocándola. Que se lo pregunten a Rafa Benítez y a Pablo Aimar. No es cuestión de nostalgia. Sino la cruda realidad. El Barça vive con intensidad el partido de esta noche. Lucha por el título de Liga y la ilusión invita a pelear por la victoria. El Valencia transita por la zona de confort de la tabla, sin un objetivo concreto. El equipo de Voro solo aspira a competir. A ofrecer una buena imagen. A no dejarse llevar.

No es extraño por ello que ayer la Ciudad Deportiva estuviera vacía. Desierta. Hay una desconexión total entre el club y el valencianismo. El equipo no transmite. Ni contagia. Lo que años ha era un goteo continuo de aficionados, que buscaban dar el apoyo a los suyos en vísperas de un clásico liguero, se ha convertido en una pérdida de ilusión y de sintonía. No hay comunión. Como tampoco ayer había ninguna agrupación fallera ni bandas de música en Paterna.

El Valencia sabe que no competir conlleva riesgos. De cara a la imagen global. Ya tiene la experiencia del partido ante el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón (3-0). La imagen fue tal, que hasta incluso un empleado del departamento de prensa del club, cargó contra los futbolistas en la crónica oficial del sitio web. La afición entendió que aquella derrota había sido una afrenta, y desertó en el partido de Mestalla ante el Sporting (1-1).

Por este motivo, evitar que se repita lo del Calderón, más allá incluso de lograr los tres puntos en litigio, es el objetivo. Porque el Valencia mantiene un colchón de once puntos y cuatro equipos respecto del descenso, y tampoco cuenta con opciones reales de jugar en Europa la próxima temporada. Los de Voro llevan cuatro partidos sin ganar como visitante, y evidencian una falta de motivación alarmante.

Para el partido de esta noche, el entrenador no podrá contar con Mario Suárez, que ayer sufrió una indisposición, por lo que decidió que el futbolista del filial Eugeni entrara en la convocatoria. Además, están lesionados Nani, Rodrigo y Santi Mina. La única ausencia por decisión técnica es la de Aderllan Santos. El once es una incógnita. Es posible que Montoya y Cancelo jueguen juntos por la banda derecha, lo que relegaría a Cancelo al banquillo, y que Carlos Soler sea titular.

En el Barça, Luis Enrique recupera a Neymar. El héroe de la Liga de Campeones ante el PSG, la histórica remontada 6-1, vuelve al once tras su ausencia en la derrota contra el Deportivo (2-1) en Riazor. También regresan los lesionados Rafinha y el exvalencianista Mathieu.

Para el entrenador, y tras el tropiezo en A Coruña, el tridente es innegociable: Neymar, Messi y Luis Suárez son fijos en un once en el que podría entrar Arda. Luis Enrique recurrirá al 3-4-3 para aumentar el rendimiento de la sala de máquinas azulgrana, por lo que Messi podría retrasar de nuevo su posición a la mediapunta . Mascherano, Piqué y Umtiti podría formar el eje de la defensa, y Sergi Busquets, Rakitic e Iniesta completar el centro del campo.