H. García, Valencia

A menos de dos años del desmantelamiento por orden del Ayuntamiento de Valencia del asentamiento de inmigrantes-temporeros del puente de Ademuz y a sólo unos meses de los desalojos de las naves de Macosa y de la calle barrio de San Jorge, la policía -en este caso la Nacional- volvió a intervenir ayer para acabar con otro de estos infrahumanos asentamientos ubicado en la antigua fábrica de Bombas Gens.

El operativo comenzó a las 9 de la mañana cuando los agentes entraron en la fábrica, donde malvivían unas 60 personas, y conminaron a los ocupantes, que aún dormían, a abandonar el lugar. En esos momentos, había dentro una treintena de personas. El resto había salido ya. Los agentes establecieron un cordón policial con una decena de unidades antidisturbios en las que fueron trasladados hasta la comisaria los inmigrantes sin papeles que no pudieron identificarse, si bien ninguno fue retenido. Una portavoz de la policía, que no concretó si se abrirán expedientes de expulsión a las personas en situación irregular, insistió en que no se trataba de un operativo por Extranjería sino de desalojo de una propiedad privada.

La mayoría de los desalojados eran hombres jóvenes e inmigrantes de Ghana, Senegal y Mali -también había marroquís y rumanos- sin trabajo por culpa de la crisis ni hogar. El verano pasado se instalaron en la fábrica de la avenida Burjassot que está abandonada desde hace más de 30 años y en estado precario.

El Delegado del Gobierno, Ricardo Peralta, aseguró que el desalojo se llevó a cabo por "orden de la autoridad judicial" y con "plena normalidad". A los inmigrantes se les entregó una citación para comparecer ante el juez por usurpación de la propiedad, lo que la red de acogida que les atiende calificó de "infamia" e intento de "criminalización"

Reproches y cruce de acusaciones

La concejal de Bienestar Social, Marta Torrado, denunció en un comunicado la "descoordinación" con los servicios municipales por parte de la Delegación del Gobierno. El ayuntamiento, que según ha sabido esta diario había sido avisado del inminente desalojo y de hecho había dado orden de buscar plazas en los albergues concertados con distintas organizaciones religioss y sociales, puso ayer a disposición de los desalojados 60 plazas de albergue. Técnicos de los servicios sociales y del área de Sanidad así como responsables municipales participaron en el operativo.

La oferta de plazas en albergues del ayuntamiento no contentó a las ONG. Salvador Lacruz, portavoz de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), aseguró que éstos "no son los recursos apropiados". Lacruz pidió que se creen centros de acogida con mayor flexibilidad horaria y, a largo plazo, se establezcan centros para temporeros ya que "hay mucha gente, no solo inmigrantes, que necesita estas instalaciones por la destrucción de empleo de las crisis".

El Centro de Acogida para Inmigrantes La Paz de la avenida del Puerto que la Generalita y el ayuntamiento habilitaron el pasado verano, en respuesta a las reivindicaciones de las ONG que asistían a los inmigrantes del río, no cubre las expectativas de los inmigrantes. Como el resto de albergues está bajo la tutela y control del centro municipal de Apoyo a la Inmigración (CAI) y la estancia máxima permitida es una semana -un mes en casos extremos-. Por eso muchos, "prefieren aguantar en una fábrica que en un albergue con más comodidades", explica Lacruz.

La concejal de Bienestar Social criticó el recorte del Fondo de Integración de Inmigrantes para 2009 en un 30% y dijo que afecta directamente a los ayuntamientos y "causa un enorme perjuicio a la población inmigrante, que es la principal receptora de esos programas de integración".

El concejal socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Julio Such, replicó pidiendo al equipo de gobierno "que trabaje para proporcionar a los inmigrantes un realojo digno que les permita rehacer sus vidas y que no se limite a desalojarlos y dispersarlos". Para Such, una vez más ha quedado demostrada la "insuficiencia" del centro de acogida la Paz por lo que exigió al PP la construcción de "un verdadero centro de acogida".