"Ya nos esperábamos perder la bandera azul"

El responsable de la fundación salía así al paso de las críticas de la concejal de Playas de Valencia quien atribuyó la pérdida de la bandera azul del Cabanyal a "razones políticas". Este año ninguna de las playas urbanas donde veranean los que no tienen chalé ni apartamento fuera tendrá el prestigioso distintivo azul, que sí conservan las del parque natural de la Albufera. La concesión o denegación de la bandera azul es un acto "irrevocable".

Bernal aseguró ayer, durante la presentación del dispositivo de seguridad de las playas, que "ya nos lo esperábamos". El motivo son las multas que desde 2005 viene imponiendo la Dirección General de Costas del Ministerio de Medio Ambiente contra la publicidad en los eventos deportivos que el ayuntamiento lleva a cabo en la arena y que han costado a las arcas públicas más de 71.000 euros. "Hemos sido la coartada", apuntó el concejal de Deportes. "Esto sólo lo sufrimos aquí", dijo.

Sánchez Moro replicó que las banderas se conceden "con objetividad y sin sesgo político". "Esto es un pulso contra el Estado y nosotros no vamos a entrar en esa guerra". El Ministerio de Medio Ambiente sí lo hizo para defender la independencia política y la reputación "suficientemente acreditada desde hace 25 años" de la Adeac, de la que dijo "no se doblega" a intereses políticos o económicos. El ministerio recalcó que las banderas azules las concede un jurado internacional, donde el ministerio tiene un único representante.

Para Grau y Bernal no hay disyuntiva entre eventos deportivos y playas con bandera azul. "Lo prioritario es que el ciudadano disfrute de la playa, pero no hay por qué elegir". Ambos reclamaron "la misma vara de medir" y lanzaron una pregunta al aire: "¿cuántas playas con bandera azul celebran eventos deportivos?".

Según el presidente de la Adeac, los eventos deportivos en las playas son factibles siempre que tengan permiso expreso y escrito y se negocien unas condiciones, algo que no ocurre en Valencia. Sánchez Moro invitó al ayuntamiento a denunciar al ministerio "si creen que está siendo más benevolentes con otras ciudades". Al respecto, Cristobal Grau confirmó que están estudiando denunciar a Costas por prevaricación.

Para la Adeac, es "un mal ejemplo que una administración pública no cumpla la ley". "La playa no es del ayuntamiento", apuntó José Ramón Moro quien explicó que la fundación, hasta ahora, ha hecho la vista gorda con la publicidad y por eso el año pasado se concedió bandera azul al Cabanyal pese a estar expedientada por Costas.

El representante de Adeac mostró su disposición a seguir trabajando con el Ayuntamiento de Valencia para que este verano no se lleven a cabo actividades sin permiso y el año próximo en la Malvarrosa y el Cabanyal puedan volver a ondear las banderas azules.

José Ramón Sánchez Moro se mostró molesto por las acusaciones de la alcaldesa y sus concejales. Recordó que hace unos años le acusaron de quitar por favoritismos el distintivo a una playa que ni siquiera se había presentado a la selección. Recalcó que hay un jurado internacional que decide a quién da las banderas en el que están representados organismos públicos y universidades y la Unesco.

Para Sánchez Moro, las playas deben ser lugar de "descanso" y "cuantas menos actividades comerciales haya mejor". Insistió en que en la Malva-rosa y el Cabanyal hay "exceso de publicidad y actividades con una prohibición expresa como la Escuela de Vela". Dicha escuela ha sido reubicada al norte, en el límite con la Patacona. Según la Adeac, si en este verano no hay infracciones de la ley de Costas ni actividades sin permiso el año próximo el Cabanyal tendrá la bandera azul.

En todo caso, el responsable de la fundación cuestionó la necesidad de que los eventos deportivos como los campeonatos de voleibol y fútbol playa necesiten los patrocinios para financiarse. "Para jugar un partido de voleibol sólo hace falta una red", remachó. En lo que sí coinciden el organismo de las banderas azules y el ayuntamiento es en destacar la calidad del agua de las playas valencianas que, según los análisis, es "excelente" en el Cabanyal y "óptima" en Malva-rosa.

La concejal socialista Carmina del Río reclamó al gobierno de Rita Barberá "que se ponga a trabajar para conseguir las banderas azules y deje de confundir a los ciudadanos para disfrazar la realidad que es la pérdida de las banderas en las populares playas del norte". Del Río señaló también a las obras de la macroampliación del puerto como factor determinante por su impacto ambiental en la denegación de banderas.

Más policía, más horas por los robos y gorrillas

El Plan de Vigilancia en Playas 2009 de la Policía Local empezó a funcionar ayer con una ampliación en el número de horas y de agentes en servicio. El Concejal de Seguridad Ciudadana, Miquel Domínguez, presentó ayer el dispositivo y explicó que el operativo de vigilancia se 6.45 horas, más de 4 horas antes que en la campaña pasada y continuará de forma ininterrumpida hasta las 22.15 horas, dos horas después que en la anterior campaña. La ampliación de horarios y del número de agentes (habrá 40, ocho más que en 2008) responde a las peticiones de los hosteleros así como a la intención del ayuntamiento de poner coto a los gorrillas y a los hurtos al descuido.

Los agentes, apoyados por numerosos medios técnicos, realizan tareas de prevención y de vigilancia, especialmente para evitar la venta ilegal, la presencia de aparcacoches , las actividades molestas para los bañistas dentro del agua, o la presencia de animales en la arena. Los agentes cuentan con tres bicicletas, cuatro quads, siete todoterreno y una moto acuática, entre otros. Como novedad este año se incorpora un coche eléctrico en pruebas.

Otro frente con San Juan y los chiringuitos

Las banderas azules no son el único punto de fricción entre el Ayuntamiento de Valencia y el Ministerio de Medio Ambiente. La concejala de Playas también cargó ayer contra el departamento que dirige Elena Espinosa por la aplicación restrictiva de la ley de Costas que, a partir del próximo verano, obligará con muchas probabilidades a los chiringuitos de la playa de la Malvarrosa a eliminar las terrazas y reducir su superficie a 150 metros.

La edil de playas se alineó ayer con los hosteleros que apelan a la excepcionalidad para seguir funcionando como hasta ahora. Lourdes Bernal aseguró que en Málaga, donde los chiringuitos de la arena también están condenados con la nueva ley de Costas, se están haciendo excepciones. La responsable de las playas recordó que en 1989 el ministerio autorizó a los establecimientos a instalar cerramientos ligeros y acotar terrazas con mesas y sillas. Si les quitan las terrazas, dijo Bernal, «será el fin de sus negocios». «Estamos al cien por cien con los hosteleros».

En relación a la celebración de la multitudinaria noche de San Juan, la delegada de playas explicó que están buscando fórmulas para evitar los problemas de suciedad y acumulación de basura que se registraron el año pasado y anteriores.

Bernal no quiso concretar si entre las opciones que se estudian para acabar con la imagen de la Malva-rosa cubierta por un manto de suciedad y desperdicios a la mañana siguiente de la fiesta de San Juan es sacar las hogueras fuera de la playa. Sí se mantendrá la entrega de leña para los asistentes porque, según la concejala, «ha funcionado bien». «El problema es la cantidad de gente que se reúne que genera mucha basura que no recogen». En este punto, el concejal de Seguridad Ciudadana, Miquel Domínguez, aprovechó para cargar nuevamente contra el Ministerio de Medio Ambiente y desafió a Costas a prohibir la verbena que organiza la Federación de Asociaciones de Vecinos, en la playa de la Malva-rosa la noche del 21 de junio. «Costas que es tan rígida con la publicidad en la playa debería actuar con un mismo criterio con el macrobotellón de San Juan», desafió Domínguez.

Por otro lado, a partir del próximo sábado entrarán en funcionamiento las líneas especiales de playa de la EMT. Se trata de las líneas de verano 20,?21, 22 y 23 que llegan al paseo marítimo y a las playas del Cabanyal, Arenas y Malva-rosa.

Ordenanza contra los bañistas temerarios

El Ayuntamiento de Valencia trabaja en el borrador de una nueva ordenanza de Playas que, entre otras cosas, dará «más poder» al personal y los voluntarios de la Cruz Roja que vigilan el litoral. La idea es que los vigilantes tengan autoridad para amonestar a los bañistas que hacen caso omiso de las señales de prohibido el baño. En caso de resistencia los vigilantes tendrán que dar aviso a la policía local. En algunos municipios costeros, los ayuntamientos han optado por imponer multas a los bañistas temerarios que se meten en el agua con bandera roja poniendo vidas en peligro.