Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) ha decidido insistir en la plantación de césped natural en determinados tramos de la vía del tranvía, en concreto junto a la Ciutat de les Arts, con el apoyo decidido del Ayuntamiento de Valencia, cuyo concejal Ramón Isidro Sanchis declaraba la semana pasada que mientras él sea edil no habrá césped artificial en las calles y parques de la capital.

Seguramente ignoraba Isidro el estado en que se encuentra el césped que FGV plantó en la vía del tranvía en 2007, con motivo de la inauguración de la extensión de la T-6 que une Benimaclet y Tossal del Rei, con parada en el campo del Levante UD. Dos años después de que FGV eligiera la imagen de aquella alfombra verde para el tranvía como foto de portada de su revista oficial, "Entrevías", los convoyes pasan por la avenida de Alfahuir sin que exista rastro alguno de que un día hubo hierba natural.

En algunas ciudades europeas, el césped se tiende bajo el tranvía para suavizar la aridez de la plataforma. En España, varias localidades usan también este tapizante, aunque Tenerife y Parla cambiaron la hierba natural inicial por la artificial para ahorrar en riego, y Barcelona tiene tramos de ambos pavimentos en su red de ferrocarril urbano por superficie.

El césped natural necesita para su mantenimiento una instalación de riego y aspersores que encarecen y complican su mantenimiento en una ciudad con un régimen de lluvias como Valencia.