En las dos últimas semanas, en Valencia se ha rendido homenaje a cuatro escritores en reconocimiento a su labor, tanto con la pluma €bueno, ahora ya con el ordenador€ como en el fomento y divulgación de la labor de sus colegas. La primera en recibir homenaje €y doble€ fue María Teresa Espasa Moltó, a quien distinguió con su premio Comunitat Valenciana la asociación Archival, para que veinticuatro horas después fuera Ámbito Cultural de El Corte Inglés quien le agasajara por sus veinticinco años al frente de la tertulia literaria La Buhardilla y por la revista El Corondel.

Pero, por encima de su apoyo a los escritores valencianos, esta poetisa nacida en Dénia es autora de una serie de libros de poemas, como Pliegos Literarios, Pliegos de Itaca, A través del silencio, El bazar de los insomnios, Flores bíblicas, El ocio de la gaviota, Cuando puedas, llama, Aquellos días perdidos, En el nombre de cada día, Diario de sombras y otros muchos, cuya selección presentó en esa jornada con un resumen titulado Memoria de los días.

La pasada semana, también, la fundación Coso tuvo como protagonista central al periodista, radiofonista y, sobre todo, autor teatral, Juan Alfonso Gil Albors, cuya trayectoria profesional es harto conocida a lo largo de más de medio siglo, desde que se trasladó de su Alcoi natal a Valencia. Iniciado en Radio Alerta, posteriormente dirigió Radio Color, fue comisario del Teatro de la Princesa y, posteriormente, de los teatros de la Generalitat. Ha triunfado en toda España €y principalmente en Valencia€ con obras como El Cubil, Barracó 62, El totem en la arena, El Duque de Gandia, Por aquella noche en París, La plaza de Cánovas y otras varias. Ganó en dos ocasiones el Premio Valencia de Literatura y el Joan Senent, siendo académico de la Valenciana de la Llengua; y en la aludida velada celebrada en su homenaje en el colegio mayor Alameda respondió con soltura y compañerismo a los colegas que le inquirieron durante el coloquio. Su renombre ha hecho que Valencia le haya dedicado una calle en la ciudad. La agrupación valenciana Amigos de la Poesía celebró una reunión vespertina en los locales de la Sociedad de Agricultura y Deportes con la presentación del libro de poemas Póker de Reinas, obra de Pedro José Moreno Rubio, presidente de la aludida agrupación.

Aunque nacido en la localidad conquense de Chumillas, Pedro José Moreno se trasladó muy pronto a Valencia, donde creó dos entidades: Agrupación musical Nuestra Señora de Tejeda y un centro cultural bajo la misma advocación en Benicalap. Tiene la insignia de la asociación cultural y deportiva Amics del Marítim. Ingresó en la Academia Mundial de Ciencias y Tecnología con placa al mérito académico y, por lo que es más reconocido, es por sus libros de poesía: Albriciador de auroras, Inefables racimos, De pie sobre la noche, Mujer de luna, No detengáis el alba €que mereció el premio Vicente Gaos del Ayuntamiento de Valencia€, Donde nace la luz, Con el viento solano y otros varios.

La poetisa Amparo Bonet Alcón recibió el pasado martes el primer premio del XVII Certamen Poético de Amigos de la Poesía por su poema Un mensaje alojado en secreto. El texto fue leído en los salones de la Sociedad Valenciana de Agricultura y Deportes, en una sesión con motivo de las fiestas navideñas, donde numerosos literatos leyeron poemas alusivos a la Navidad e incluso se representó un sainete alusivo al nacimiento pero con alusiones a la actualidad. En el mismo acto se entregó el accésit a poesía en castellano a Manuel Vélez, y el primer premio de poesía en valenciano a la poetisa Ana Fernández de Córdoba.