Ha costado, pero por fin el nuevo zoo (Bioparc) y la empresa que lo gestiona, Rain Forest SL, han alquilado sus locales exteriores. En uno de ellos se instalará Valencia Montessori School, un novedoso modelo de escuela británico, cuyo objetivo es que los niños "crezcan en un entorno natural donde se desarrollen en armonía", tal como explica Sonia Romero, directora del centro educativo, que ocupará 1.139 metros cuadrados -de los 6.547 disponibles- y abrirá sus puertas en septiembre con cerca de 60 alumnos.

Valencia Montessori School está dirigido a niños "desde los 14 meses hasta los 6 años" y nace, como indica Romero, "para ofrecer una educación que responda a las necesidades y al potencial de cada niño". El entorno en este tipo de centros está pensado "para desarrollar la curiosidad intelectual y la seguridad en uno mismo", asegura la directora de Montessori. "En nuestra escuela nos comprometemos a operar en equilibrio con el entorno natural, respetando a cada niño como individuo", detalla.

El método, creado por la educadora italiana María Montessori (1870-1952) en 1929, nació "con el propósito de ayudar al niño a alcanzar su máximo potencial en todas las áreas de su vida". Montessori elaboró un método educativo que fue "revolucionario", en palabras de Romero. "Tras muchos años de estudio, pasando por medicina, psiquiatría, psicología y antropología y filosofía, y gracias a su gran capacidad de observar al niño desde un ángulo totalmente diferente, fue capaz de cambiar el entorno en el que los niños se encontraban, a crear materiales concretos para ellos y a modificar el papel del educador en ese entorno", explica la directora del centro en Valencia.

Nuevo concepto de clase

Según relata, Montessori observó que los cambios que realizaba en las aulas "facilitaban que los niños estuvieran más tranquilos, concentrados y felices". Así, destaca "la importancia del entorno preparado": "Una de las mayores intuiciones que tuvo Montessori acerca del desarrollo del niño fue que el niño se construye a sí mismo a través de sus interacciones con el entorno".

"Una observación clave fue que el niño atraviesa diferentes períodos sensibles según la etapa de desarrollo en la que se encuentre (orden, movimiento, lenguaje, desarrollo sensorial, social, etc.), y para ello estableció unas normas y creó unos materiales que responden perfectamente a cubrir estas necesidades básicas de explorar su entorno con todos sus sentidos", asegura Romero, que hace hincapié en que el papel del educador, en este entorno, "es más de guía que de maestro": "Esta es la gran diferencia entre este método pedagógico y una escuela tradicional".

"Cada niño es diferente y tiene unas necesidades diferentes según su desarrollo, por lo tanto se siente más atraído por unas cosas que por otras en un momento determinado. Es fundamental respetar el trabajo y las elecciones individuales de cada uno", comenta. Otra gran diferencia es la mezcla de edades: en las aulas Montessori hay niños de todas ellas. Esta forma de trabajar tiene "muchas ventajas", entre las que destacan que los pequeños "aprenden de los mayores mediante la observación, y estos refuerzan lo aprendido y mejoran su autoestima".

El aula como un hogar compartido

Un aula Montessori se divide en diferentes áreas: vida práctica, donde el niño ve materiales que identifica, reconoce y experimenta; sensorial, donde estos materiales permiten al niño construir su entorno; lenguaje, donde los materiales están en castellano e inglés, y matemáticas, geografía, cultura, botánica, música y arte. Así, el niño "no es consciente de este proceso de aprendizaje", señala Romero. El nombre del aula, La Casa de los Niños, indica que es "un hogar compartido con la familia y los amigos", asevera la directora de Montessori.

En cada aula habrá un número determinado de alumnos. En la clase de Comunidad Infantil serán15 los niños de edades comprendidas entre los 14 meses y los tres años, mientras que en La Casa de los Niños habrá 22. Habrá actividades extraescolares como jardinería, arte o manualidades.

El peculiar sistema de arrendamiento

Alquilar los locales exteriores de Bioparc ha costado, sí, pero es que no es tan fácil. Fuentes del zoológico explican que en el convenio firmado entre Rainforest y el Ayuntamiento de Valencia se indicaba que en los amplios edificios exteriores del parque "únicamente pueden instalarse negocios que cumplan con los valores de conservación que defiende Bioparc". Por esta razón, desde el zoo están muy satisfechos con la llegada de Valencia Montessori School, que comparte los ideales del parque.

El Ayuntamiento de Valencia, por su parte, tiene firmado un convenio según el cual Bioparc paga un canon anual por la explotación de los edificios externos al parque, independientemente de que los locales se alquilen o no a algún negocio externo. Á. S. valencia