El monasterio de San Miguel de los Reyes está rodeado de edificios en ruina. Esto no es una novedad, pero sí lo es que el Ayuntamiento de Valencia admita que tiene abiertos hasta once expedientes de ruina o de reparación urgente en el entorno de esta joya del Renacimiento.

El planeamiento aprobado en el año 2000 ya contemplaba la desaparición o reconstrucción de todos los edificios degradados de la Avenida de la Constitución y las calles Río Genil y Tavernes Blanques, pero únicamente se rehabilitó la alquería Casa Tota.

Ahora, doce años después, la situación ha empeorado considerablemente y de ahí que se haya revisado toda esta zona en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana. Concretamente, se prevé derribar todos los edificios „incluido un bloque de diez alturas y las naves que dan a la Ronda Norte„ y convertirlo todo en jardín. Sólo quedará la alquería Casa Tota para equipamiento cultural y se construirán 350 viviendas a espaldas de la calle Río Genil, así se pagaría el resto del proyecto. También se peatonalizará este tramo de la Avenida de la Constitución y se construirá un vial de gran capacidad desde la Ronda Norte hasta Tavernes Blanques.

Pero mientras eso llega, en entorno de San Miguel se deteriora día a día. El Ayuntamiento ha declarado ruina inminente en unas naves situadas entre Río Genil y Constitución y tiene apercibidos a los propietarios de otros diez edificios por problemas con la estructura, las fachadas o el estado general del inmueble, lo que se conoce como una orden de ejecución.

También está en estado ruinoso el muro que rodea la antigua huerta del monasterio, que como adelantó Levante-EMV, será rehabilitado por la empresa que construye un colector en las cercanías. Ayer, el PSPV preguntó por este asunto en la Comisión de Urbanismo y la respuesta fue que el ayuntamiento está siguiendo el proceso y garantizando el estudio arqueológico que precisa.