Los grandes asentamientos y poblados chabolistas registraron el año pasado un repunte en la ciudad de Valencia. En la actualidad existen 16 asentamientos, entendidos como conjuntos de cinco o más viviendas precarias, el 60% de lo cuales se concentran en tres barrios Natzaret (3), Malilla (4) y el Cabañanyal (3). No son, sin embargo, los únicos barrios con asentamientos. En Benimàmet hay otros dos asentamientos, y uno en Zaidía, Rascanya, la Punta y el Grao.

Al margen del computo oficial, existen otros asentamientos más o menos puntuales que han llegado casi al centro de la ciudad. Concretamente, al final de la gran vía Fernando el Católico, el solar de Jesuitas, que el Ayuntamiento de Valencia tiene previsto permutar con el propietario (el grupo Expohotel), alberga desde hace un tiempo un poblado de chabolas.

Otro asentamiento que ha sido desmantelado en varias ocasiones y que ha vuelto a montarse es el que hay detrás del ecoparque de Vara de Quart,una instalación que en sus inicios sufrió varios robos de chatarra y otros materiales susceptibles de venderse.

En total, según los datos del último censo facilitados por la Concejalía de Bienestar Social, hay 150 familias y 564 personas, entre ellas niños, que viven en viviendas precarias, concepto en el que se engloban también las viviendas ocupadas, que el ayuntamiento cifra en 144, cifra inferior a la de años anteriores. El Cabanyal concentra muchas de ellas en la zona de la polémica prolongación de Blasco Ibáñez. La fábrica de Bombas Gens, en la avenida de Burjassot es otro edificio ocupado de manera reiterada.

En 2011, los servicios sociales de Valencia tenían controlados 13 asentamientos, frente e los 20 que llegó a haber en 2009 y 2010.

El repunte estaría asociado a las situaciones de "pobreza sobrevenida" de personas que poseen un buen grado de integración social pero que se encuentran en riesgo de exclusión ante las serias dificultades económicas que atraviesan.

La concejalía ha detectado la existencia de "colectivos emergentes" dentro del censo de vivienda precaria formados por "personas con graves dificultades económicas que no pueden pagar el alquiler de una vivienda y que presentan diversas situacioes de pobreza sobrevenida, desempleo de larga duración y desestructuración familiar".

El ayuntamiento de Valencia tiene un empresa especializada contratada para trabajar en la inserción social de las familias de los asentamientos a las que se intenta, en la medida de la disponibilidad de recursos, proporcionar una vivienda municipal. Este servicio externo cuesta 194.000 euros al año y se lleva el 61% del presupuesto de la Concejalía de Bienestar Social para la erradicación de la vivienda precaria, un plan al que están acogidas 420 personas. El ayuntamiento dispone de 94 viviendas municipales de realojo, 88 están arrendadas -11 de ellas se han rehabilitado recientemente- y siete están pendientes de serlo.